Según el economista Carlos Paredes, la nueva Ley Agraria que trabaja el Congreso debe asegurar la inversión en la agroindustria al mantener en 15% el Impuesto a la Renta.
Pero, ese beneficio tributario debe estar supeditado a que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores.
“Así, las agroexportadoras seguirán reinvirtiendo sus utilidades y generarán más empleos formales en el agro”, explicó a Correo.
Precisó que, de ese modo, no se recortarán los salarios de miles de trabajadores y se evitará que caigan en la informalidad.
Refirió que la nueva ley debe ser producto del consenso de empresas, trabajadores y el Estado. “El Gobierno y el Congreso no pueden intervenir directamente en fijar los salarios, pues, un contrato laboral entre empresa y trabajador está en el ámbito privado”, precisó.