El Estado sería más eficiente en distribuir la vacuna contra el COVID-19, pero con más vigilancia

Si bien más de 20 proyectos a nivel mundial para encontrar una vacuna contra el coronavirus ya se encuentran en una fase avanzada de ensayos clínicos, todavía se tienen muchas incógnitas por resolver. En América Latina, Argentina y México han cerrado un acuerdo para producir y distribuir hasta 250 millones de dosis de la vacuna desarrollada por Oxford y el laboratorio AstraZeneca, para los países de la región a excepción de Brasil.

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Según Martín Tantalean, profesor de la Maestría en Gerencia de Servicios de Salud de ESAN, lo ideal para su aplicación en el Perú sería que el sector público se encargue de la parte logística y su aplicación, como la venido haciendo con otras vacunas, para evitar que el costo se eleve por encima de los US$ 3 a US$ 4 la dosis, anunciado por Argentina.

“En lo que respecta a vigilancia, creo que sí va a necesitar una vigilancia especial; pero en lo que respecta a su aplicación quienes tienen experiencia para tratar eso es la estrategia pública de vacunas, donde se tiene a personal muy capacitado. Si hacemos una logística paralela para esta vacuna, al contrario, aparte de incrementar los costos, se tendrían mayores errores”, comentó.

PUNTOS DE APLICACIÓN Y PÚBLICO OBJETIVO

Respecto a la parte de la aplicación, consideró que se puede hacer un trabajo en conjunto con las autoridades locales sobre todo en la difusión y en establecer los puntos de vacunación, como se ha realizado en campañas de vacunación anteriores, pero el gobierno central deberá reforzar la vigilancia posterior porque pueden surgir distintos efectos secundarios.

“Ir casa por casa, evidentemente, va a ser más costoso porque tampoco se cuenta con un censo o información detallada. La otra solución es ver dónde están las poblaciones de riesgo y poner horarios para que esas personas puedan acercarse a un centro de vacunación. Lo más costo efectivo es poner varios puntos y todo con una vigilancia permanente”, sostuvo.

Hasta el momento, el Perú está buscando cerrar un primer acuerdo por 6.6 millones de dosis y los primeros en recibirla serían el personal sanitario y la población más vulnerable.

Para Tantalean, el perfil de las personas que se encuentran más vulnerables al COVID-19 viene cambiando conforme pasan los meses. Explicó que la prioridad deberían ser personas de la tercera edad, pero también aquellos con obesidad mórbida. En cambio, las gestantes no están desarrollando formas graves de la enfermedad, como se pensaba inicialmente.

“Hay personas de bajo sistema inmune como las personas con VIH o con algún cáncer que no están desarrollando formas graves de la enfermedad”, advirtió.

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