​Deutsche Bank cierra su filial en Perú y despide empleados
​Deutsche Bank cierra su filial en Perú y despide empleados

El , el mayor banco, anunció ayer la mayor reestructuración de su larga y hasta hace unos años exitosa historia de posguerra. La medida también afectará a los trabajadores peruanos que laboran en la filial del Deutsche Bank en Lima.

La reestructuración implica la reducción de 35.000 empleados que laboran en ese , así como la suspensión del dividendo de 2105 y 2016 y el abandono de ese banco en 10 países, entre ellos México, Argentina y Chile. Esta decisión se habría tomado tras asumir pérdidas récord en el tercer trimestre (6.024 millones), informó El País.

Su nuevo presidente, el inglés John Cryan, aprovechó su primera rueda de prensa desde que asumió el cargo, el 1 de julio pasado, para dar a conocer los duros planes de ajuste para sanear el banco.

“Tenemos que ser mejores”, dijo el ejecutivo al justificar su decisión de recortar personal y abandonar cinco países latinoamericanos (México, Argentina, Chile, Perú y Uruguay), cuatro europeos (Dinamarca, Finlandia, Noruega, Malta) y Nueva Zelanda.

El anuncio más doloroso realizado por Cryan fue la reducción de plantilla. “Les aseguro que se llevará cabo de forma justa y tras un diálogo con los comités de empresa”, dijo Cryan, quien anunció sus planes de saneamiento en alemán. La medida causó, en un principio, una rara confusión en las agencias y medios internacionales, con cifras que iban de 9.000 a 35.000 empleos, pasando por los 15.000.

Con los recortes, el Deutsche Bank aspira a ahorrar unos 3.800 millones de euros en costes brutos anuales, pero tendrá que desembolsar de 3.000 a 3.500 millones de euros en indemnizaciones por despido. Las drásticas medidas anunciadas el jueves por John Cryan fueron aprobadas el miércoles por la Junta de Supervisión del banco.

“Los resultados de los próximos dos años se verán negativamente afectados por la reestructuración del grupo y 2018 será un año decisivo”, insistió el ejecutivo. A no ser que ocurra un milagro, cerramos 2015 con pérdidas”, añadió el banquero británico de 54 años de quien depende ahora el futuro del banco.