AFP Integra migró parte de las inversiones que tenían en mercados europeos para este fondo que invierte en aquellas empresas que están enfrentando de mejora manera la transición energética, los riesgos climáticos, y las metas de desarrollo sostenible.
AFP Integra migró parte de las inversiones que tenían en mercados europeos para este fondo que invierte en aquellas empresas que están enfrentando de mejora manera la transición energética, los riesgos climáticos, y las metas de desarrollo sostenible.

Por Christian Lengua

La empresa de gestión de inversiones estadounidense BlackRock lanzó recientemente al mercado un ETF (fondo cotizado en bolsa) enfocado en compañías que se encuentran mejor preparadas para realizar una transición a una economía de baja emisión en carbono. A estos fondos se les conoce como ESG (Environmental, Social and Governance) y se enfocan en la gestión ambiental, social y de gobernanza corporativa.

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Una de las empresas que decidió invertir en este fondo es la peruana AFP Integra. Aldo Ferrini, gerente general, explicó que desde hace un tiempo, más allá de las variables financieras tradicionales han incorporado al proceso de inversión unas variables no financieras, con base en ESG. “Es decir, vemos cómo las compañías gestionan estos riesgos futuros, y uno de ellos es el riesgo ambiental”.

AFP Integra migró parte de las inversiones que tenían en mercados europeos para este fondo que invierte en aquellas empresas que están enfrentando de mejora manera la transición energética, los riesgos climáticos, y las metas de desarrollo sostenible.

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“Nosotros que invertimos en un fondo de pensiones a largo plazo, [creemos que] una empresa que está enfrentando estos riesgos climáticos desde hoy van a estar mejor preparadas para sobrevivir en el futuro y va a generar mayores retornos que una que no enfrenta estos riesgos. No solo va a crear un impacto positivo en el planeta y en la sociedad, sino que van a terminar siendo bastante más rentables para nuestros clientes”, sostuvo Ferrini.

Añadió que la idea es trasladarse del todo a este tipo de fondos. “Parte de nuestro proceso y estrategia de inversión es ir migrando todo el portafolio a inversiones que sean más sostenibles, pero no se puede hacer todo de la noche a la mañana, sino de manera gradual”.

¿Y en Perú? El ejecutivo refirió que la Bolsa de Valores de Lima es de pequeña dimensión, y aunque existe un Índice de Buen Gobierno Corporativo, todavía es un fondo chico y el universo de empresas es pequeño. Opinó que más que crear un activo ESG, el primer paso en el país es convencer a las principales empresas a incorporar estas variables como riesgos reales.

Señaló que en Perú al no haber tanta oportunidad de inversión sostenible, van de la mano con las empresas haciendo evidente su interés para que sean más responsables con el consumo de agua, energía, con prácticas que protejan a sus colaboradores.

TENDENCIA MUNDIAL A LA SOSTENIBILIDAD

En declaraciones a este diario, Diego Mora, CEO de BlackRock en Colombia, Perú y Centroamérica, se refirió a cómo el mundo viene virando a las inversiones sostenibles. Aclaró que ellos incorporan esta serie de variables ESG, pero “no desde el punto de vista de los valores, por un tema ético o moral, sino desde el punto de vista de deber fiduciario”.

Explicó que en BlackRock gestionan recursos que inversionistas les confían y tienen el deber de cuidar esos activos y velar por la mejor característica de riego retorno a largo plazo. Con la convicción de que las variables socioambientales y de gobierno corporativo tienen una incidencia en el retorno de los activos, es que las incorporan en sus procesos de inversión.

“Riesgo ESG, y en particular riesgo climático es riesgo financiero. Por lo tanto, no incorporarlo sería faltar a nuestro deber fiduciario frente a nuestros clientes. Partimos de esa convicción”, expresó Mora.

Acotó que en los últimos años han visto un creciente interés por este tipo de inversiones. Y lo demuestra con cifras. Contó que en el año 2019 en toda la industria de fondos mutuos y ETF a nivel mundial hubo nuevos flujos de dinero hacia este tipo de fondos sostenibles. Se llegó a los US$ 164 mil millones, que representó un incremento de 145% versus el flujo del 2018.

En el 2020, con la pandemia, los escépticos creían que al llegar un momento de riesgo la gente se olvidaría del tema románico de inversiones sostenibles, pero estas reportaron un ingreso de US$ 363 mil millones (120% más que el 2019), y en 2021 en el primer trimestre ya van US$ 130 mil millones en toda la industria de fondos mutuos y ETF sostenibles.

En esa línea, Mora indicó que las fuerzas regulatorias, las propias empresas y los flujos de las inversiones están apuntando hacia donde los propios consumidores están apuntando y cada vez consideran más variables de sostenibilidad, indicó. Para BlackRock esto no es una moda, sino el centro de su estrategia de negocios en adelante.

Respecto a la rentabilidad, el ejecutivo subrayó que existía el mito que para hacer inversiones sostenibles había que sacrificar retorno. Pero según análisis de la compañía, comparando índices estándar en el mundo de renta variable con índices con un sesgo de sostenibilidad, se encontró que el retorno fue igual o superior, con unas características de riesgo más favorables.

Asimismo, por la crisis del año pasado donde hubo caídas radicales en los precios de los activos a nivel global, BlackRock hizo un análisis evaluando el concepto de la resiliencia de las inversiones sostenibles, entendiendo a la resiliencia como la capacidad de soportar periodos de altas volatilidades. “Se encontró en particular que el 94% de los índices con sostenibilidad mostraron un comportamiento mejor que los índices estándar. Cayeron, claro, pero cayeron menos. Esa es otra de las características de las inversiones sostenibles”, puntualizó Mora.