En el último Reporte de Inflación (RI) del Banco Central de Reserva (BCR), tras ponderar todas las variables en juego, se concluye que la postura fiscal del Gobierno va a ser expansiva en el 2020, para atenuar el choque de la pandemia, pero contractiva en el 2021 (página 81 de RI, Setiembre 2020). Para el economista Jorge González Izquierdo, sería un gravísimo error retirar el impulso fiscal, teniendo en cuenta que la demanda tardará en recuperarse por la fuerte pérdida de empleos.
“Lo que se necesita es al revés, una política fuertemente expansiva para 2021, si quieren volver a una situación prepandemia. El Gobierno tiene que dar marcha atrás, contraer el gasto fiscal es muy grave”, expresó.
En la misma línea de lo manifestado por el presidente del BCR, Julio Velarde, sobre la necesidad de que un impulso fiscal acompañe la política monetaria, González comentó que en todo el mundo la política fiscal está siendo acompañada por el gasto público para salir de la crisis, pero en el Perú, la inversión pública sigue en caída hasta el mes de agosto.
“Se tiene que hacer, en primer lugar, una fuerte inversión en infraestructura a los tres niveles. En segundo lugar, un poco de mayor gasto corriente, por ejemplo, transferencia de ingresos para sectores duramente afectados, pero lo primero tiene que ser la inversión pública”, comentó.
Bajos niveles de ejecución
El exviceministro de Economía, Enzo Defilippi, concuerda en que la economía está en un momento grave y el Gobierno debería de incrementar el gasto público, pero consideró que es poco probable que se logre gastar incluso lo que se tiene en el presupuesto.
“Es razonable que el BCR diga, ‘estamos haciendo lo posible, pero el Gobierno tiene que hacer lo suyo’. Hacer lo suyo es asegurarse que este dinero presupuestado se gaste. Lo que debería tener por objetivo el Gobierno es gastar e invertir todo lo que se tiene presupuestado y eso, antes de la pandemia, este Gobierno hacía eso extremadamente mal”, advirtió.
Entre enero y agosto de este año, la inversión pública registró un nivel de avance de 21.8% del presupuesto modificado (PIM), todavía por debajo del 33.2% que se alcanzó el año pasado, en el mismo periodo, de acuerdo con un informe del Instituto Peruano de Economía (IPE).
Para Defilippi, mejorar el esquema de compras y obras públicas sería positivo, pero hasta el momento, no existen datos que puedan garantizar un impulso fiscal importante o un cambio en la eficacia del gasto público.
“Este Gobierno le ha estado dando más presupuesto a quienes gastan peor, que son los gobiernos subnacionales y eso no ha sido por razones técnicas, sino por razones absolutamente políticas. Entonces, la política fiscal de este Gobierno vía gasto ha sido malísima. Con la pandemia, se ha caído aún más”, consideró.