Jacqueline Barrientos: "“Queremos cambiar la quimioterapia por una pastilla”"
Jacqueline Barrientos: "“Queremos cambiar la quimioterapia por una pastilla”"

Cuando era niña, Jacqueline Barrientos perdió a su madre por la enfermedad de linfoma de manto. Desde ese momento, se decidió a comprender este tipo de enfermedad, estudiar y trabajar en favor de aquellos que la padecen y contribuir a mejores y más tolerables tratamientos. Actualmente trabaja con el doctor Kanty Ray, un exponente de la medicina especializada en hematología y oncología. Ella nos habla de los nuevos tratamientos que han hecho frente a la terrible leucemia.

¿Cuál es su objetivo en el campo científico?

Siempre pensé que la quimioterapia era como usar una metralleta para una mosquita. Realmente es algo muy tóxico, porque no solo ataca a eso que mantiene viva a las células malignas, sino a las buenas. Hace unos años en otras enfermedades hematológicas hemos descubierto que se pueden diseñar moléculas que atacan solamente a lo que está dañado, a través del uso controlado de drogas como el ibrutinip, que no tiene los efectos secundarios de la “quimio”.

¿Qué tipo de leucemia es capaz de tratar?

La leucemia que le da a los niños no es la misma leucemia que ataca a adultos. La que yo trato es la leucemia linfocítica crónica, que afecta a las células B. En Estados Unidos y en Europa es la leucemia más común. En Latinoamérica, la tasa más alta ocurre en la zona de Argentina, Uruguay y el sur de Brasil, lugares donde se tiene mayor población de origen caucásico; el paciente típico es un varón de 32 años de tez blanca.

¿Cómo actúan las células de tipo B?

A través de los linfocitos, que vienen de dos tipos: los linfocitos T, que ayudan a prevenir infecciones, y los linfocitos B, que apoyan a los linfocitos T a controlar las infecciones. Cuando surge la Leucemia Linfocítica Crónica (LLC), la gente muere de infección porque sus células B no están diseñadas para ayudar a los linfocitos T. Si les das quimioterapia, el riesgo de infección es mucho mayor porque estás matando también a las células buenas. Esto no sucede con drogas dirigidas como el Ibrutinip, una molécula de terapia dirigida que solamente atacan la tirosina kinasa, que está siendo sobreproducida.

¿Cuál es el proceso de estas nuevas invenciones?

A los pacientes con linfoma manto y LLC se les suministra una de estas pastillas de control y luego se van a remisión. Ellos tienen el cáncer, pero está aislado. Se sienten energéticos y no tienen los efectos secundarios de la “quimio”. Además, el nivel de inmunoglobulina, una proteína que ayuda a proteger contra las infecciones, queda intacta a diferencia de cuando se procede a la quimioterapia.

¿Estos tratamientos se podrían aplicar a otro tipo de cáncer?

Sé que eso se está intentando. Piensan que va a ser la aspirina del futuro. Este es simplemente el inicio de una nueva década. Se trata de cambiar la quimioterapia por la ingesta de una pastilla.

¿Hace cuántos años se viene estudiando esta droga?

Desde hace cinco años, con resultados que nadie se esperaba. Pero esta droga solo puede controlar un tiempo de 17 meses en linfoma y en LLC más de 30. Por eso, los investigadores están viendo qué es lo que ocurre luego. Tenemos nuevos fármacos en este momento que son muy prometedores, pero todavía no han sido aprobados.

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