El Ministerio de Energía y Minas (Minem) anunció que el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) reinició operaciones tras 13 años de estar paralizada, en medio de un proceso de liquidación ante el Indecopi.
El CMLO fue operado por la norteamericana Doe Run, que por falta de liquidez para cumplir con el Programa de Adecuación Ambiental (PAMA) para el circuito de cobre se declaró en insolvencia ante Indecopi, que finalmente la sometió a un proceso de liquidación.
Desde el 2009, la empresa siguió un proceso concursal bajo la administración de empresas especializadas, en el que se consideró a los trabajadores como acreedores.
El viceministro de Minas, Jaime Chávez Riva, saludó a los miembros de la empresa Metalúrgica Business Perú SAA (MBP), administradora actual de la refinería, y a sus 1,270 extrabajadores accionistas.
En tanto, Luis Castillo Carlos, presidente del Directorio de MBP, dijo que las actividades del CMLO se hará con respeto irrestricto al medio ambiente, a los derechos laborales y con la participación activa de las 21 comunidades ubicadas en la zona de influencia.
Rentable. Al respecto, el ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Carlos Gálvez, dijo a Correo que la refinería puede operar solo con el circuito de plomo y zinc, pero no con el circuito de cobre porque necesita de la planta de ácido sulfúrico para hacerlo.
“Por falta de financiamiento, Doe Run no construyó la planta de ácido sulfúrico”, precisó.
Esa planta es indispensable para cortar la contaminación de los aires de la ciudad de La Oroya y de las comunidades adyacentes.
“Para que la operación del CMLO se necesita que operen ambos circuitos. Puede funcionar solo el circuito de plomo y zinc, pero no significa que se vaya a ganar dinero”, aseveró.