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Johnny Richard Philco Borja, oficial de la Marina de Guerre del Perú, es uno de los tres marinos procesados por espionaje para la armada de Chile, es arequipeño.

La casa de la familia Philco-Borja (como se anota en la puerta de la residencia), ubicada en el distrito de Mariano Melgar, fue asediada ayer por la prensa pero no negaron lo sucedido. Uno de los familiares del suboficial marino, quien prefirió no identificarse, confirmó que Philco permanece investigado por infidencia, desobediencia y traición al Perú en tiempos de paz.

“No podemos pronunciarnos hasta que todo esto termine”, señaló una mujer de aproximadamente 37 años, quien evitó dar su nombre.

Agregó que durante su paso por la Fuerza Armada del Perú, nunca comentó algo sobre su labor. Era especialista de comunicaciones.

Con este caso, Perú vuelve a vivir un escándalo de espionaje que amenaza con envenenar las tensas relaciones con Chile. El miércoles se conoció que dos agentes de la Marina de Guerra habían sido captados por el servicio de inteligencia de Chile.

Pero ayer, todo empeoró. Un tercer caso de espionaje se registró en los cuarteles de las instituciones castrenses, mientras crece la sospecha de una red de doble agentes al servicio de Chile. Se trata del técnico de tercera de la armada Alberto Gonzáles Alejo, quien ha sido arrestado mientras se investigan las cuatro salidas del Perú sin autorización de los altos mandos. Sus destinos, Canadá, Brasil y Argentina, fueron establecidos por militares de Chile para la entrega de información privilegiada, según confirmaron fuentes de seguridad.

El caso de Gonzáles Alejo se suma a los procesos abiertos en contra del analista de inteligencia Alfredo Marino Domínguez Raffo y el operador Johnny Richard Philco Borja, detenidos de manera preventiva en la Base Naval del Callao - Perú, por las pruebas obtenidas por el sistema de contra inteligencia en base a la comisión de delitos de infidencia y traición a la patria por vender información clasificada a Chile.

Dicha información estaría contenida en cerca de 200 fotografías y decenas de documentos que se encuentran encriptados y ya están en posesión de la Fiscalía de la Marina de Guerra del Perú, luego de ser incautados a los tres marinos que servían en esta arma.

Esta información contenida en USB y copias espejo salidas de los correos electrónicos de los subalternos de mar han sido enviadas desde inicios de febrero a la Policía de Alta Tecnología a fin de que sean desencriptadas.

Y es que la información no solo habría sido entregada de manera directa por los marinos a los supuestos empresarios italianos, sino que además fue enviada de manera encriptada en e-mails no comerciales.

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