Después de 73 días de su nacimiento y luego de haber pasado más de seis horas en un quirófano para someterse a una delicada operación para ser separados, Dylan y Neythan dejaron el hospital Goyeneche para ir a casa junto a sus padres.
“Estamos muy felices porque por fin los tendremos en casa, pero sobre todo agradecidos porque se encuentra bien de salud y recuperándose más de la operación”, refirió Luis Lozada, padre de los bebés que nacieron pegados por la cadera el 22 de agosto.
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Los padres están felices
Los días de angustia y de incertidumbre que Luis y su esposa Keyli Zambrano vivieron antes de la operación de los bebés al no saber qué pasaría con ellos durante la intervención, se han transformado en felicidad al verlos descansar a cada uno por separado aunque igual gustan estar juntos. “Uno le suele tomar la mano al otro mientras duermen”, agrega Luis que continuará yendo al hospital con Neythan durante los próximos 30 días.
Sucede que la herida en el más pequeño de los hermanos no ha terminado de cerrar, y es necesario que los médicos vigilen su limpieza y correcta cicatrización. “Aún queda por cerrar un 10% de la herida, pero no se va a quedar hospitalizado por ella”, dijo Luis.
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Su hijo Dylan también tendrá que retornar al hospital, pero será una vez a la semana junto a su hermano para que ambos continúen con el tratamiento con el especialista en traumatología con quien se está corrigiendo la desviación en sus pies con férulas de yeso, se cambian una vez por semana.
“Estamos muy agradecidos con los médicos y los especialistas por todo lo que han hecho por nuestros hijos. Ahora nos toca velar por ellos “, añadió Luis que por el momento no tiene trabajo para conseguir los pañales y la ropa que necesitarán los bebés, pero espera conseguirlo pronto en la ciudad que lo cobijó junto a su pareja tras huir de la crisis económica por la que atraviesa su país.