El gerente regional de Trabajo, José Luis Carpio, identificó ayer los tres principales problemas que enfrentan los trabajadores arequipeños en los últimos años. Según dijo, lo que más afecta a los obreros locales es la informalidad, ya que del 50% que se registraba hasta antes de la pandemia, el porcentaje caló hasta el 70%.
“Con el aumento de la remuneración (de S/ 930 a S/ 1 mil 25) se estima que la cifra crecerá. Invocamos que las microempresas no pasen al sector informal porque tarde o temprano la gerencia o la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) terminará fiscalizándolas”, expresó.
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Otro problema está relacionado con el incumplimiento de normas laborales, ya que no se acatan las 8 horas de trabajo. El arequipeño trabaja de 10 a 12 horas al día, hecho que queda evidenciado aún más en el sector informal. “No hay registro de planillas, ni boletas, lo que dificulta el seguimiento”, dijo. En este aspecto, preciso también que estos trabajadores no tienen acceso a seguros o pensiones.
El tercer problema es la inseguridad y salud en el trabajo, pues pocas empresas aplican la norma, lo que atenta contra la integridad del personal y su productividad.