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El general PNP, Ghino Malaspina Del Castillo, jefe de la IX Macrorregión Policial, ha referido que una piedra bendita evitó que hoy una cúster con 22 pasajeros, que se regresaba del Santuario de Chapi (Polobaya) a la ciudad de Arequipa, cayera por un profundo barranco.
Según información preliminar, el conducto perdió el control porque los frenos se le vaciaron, lo que provocó que la unidad se despiste y de vueltas de campana por 30 metros.
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TESTIMONIOS DE LOS HERIDOS
Correo llegó hasta el hospital Honorio Delgado Espinoza, hasta donde fueron trasladados algunos de los heridos, en donde entrevistó a dos personas que salvaron de morir.
Alfonso Hernández, un adulto mayor, narró los minutos de terror que vivió junto a su esposa e hijos varones. “Veníamos regresando de ver a la virgen. Lamentablemente el chofer bajando comenzó a tomar las curvas muy rápido, cuando se le dijo que pare ya no podía, porque se le habían vaciado los frenos. Fuimos a dar como unas 5 a 6 vueltas de campana”, expresó afligido.
Refirió que al menos habían 30 personas en la unidad, venía llena. Él tenía golpes en la pierna, pero su esposa llevó la peor parte, ya que al parecer tenía fracturas en las costillas. Ella junto a sus hijos estaban internados.
Sucedido el accidente, Hernández vio que una mujer no podía salir pues su cuello quedó atrapado entre los asientos. Así también, una menor de edad tenía una pierna rota.
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Así como él, otro herido que estuvo en el accidente esperaba en los exteriores del hospital noticias de su esposa. Él llegó junto a su familia desde Ica, para visitar a la Virgen de Chapi. Escuchó la misa de las 5 de la mañana, comieron y decidieron volver. Sin embargo, el accidente impidió que llegaran a Arequipa. Pese a que tenía golpes, no era atendido. Su esposa estaba internada.
“Lamentablemente el chofer ya no pudo reducir la velocidad y nos hemo ido de frente en una curva. Habrá pasado algo de 20 minutos de salir del santuario”, expresó.
Por su parte, Héctor Fraco Saavedra y su abuela Gloria Ronsero consideraron este hecho como un milagro de la Virgen de Chapi. “Fue un milagro, si no es por la piedra no la contábamos. Que la virgen nos siga bendiciendo”, expresó Héctor.
Ambos llegaron el sábado desde Pisco y retornaban hoy. Héctor y Gloria iban sentados en el pasadizo de la cúster, debido a que no encontraban más transporte. Sus heridas no son de gravedad.
Los heridos son atendidos en diferentes hospitales de la ciudad y los hechos investigados por la Policía.
