Ante el retorno de la delincuencia común y los enfrentamientos entre las organizaciones criminales que buscan el predominio en la ciudad de Arequipa, no solo se refleja que la Policía Nacional del Perú bajó la guardia, sino también la falta de unidad de los alcaldes después del estado de emergencia por inseguridad ciudadana, el cual terminó el 6 de mayo.
Las extorsiones a los empresarios madereros en la avenida Jesús en las últimas semanas, el intento de sicariato a un ciudadano venezolano en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero, el último martes, y asaltos en el transporte público y calles, regresaron luego de la emergencia y terminado el Foro Apec, en el que retornaron 200 agentes del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) y de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) a la capital de Lima.
Sin coordinaciones
El alcalde distrital de Cayma, Juan Carlos Linares, afirmó ayer que las incidencias delictivas se han incrementado en estos días, no solo por las acciones de la Policía, sino también por el incumplimiento del Gobierno nacional y la poca comunicación entre las mismas autoridades ediles.
Aseguró que el grupo de WhatsApp creado entre los burgomaestres para pedir la declaratoria de emergencia, ahora está “dormido” por la mínima participación y cada uno defiende su “territorio” con los recursos con los que cuenta para luchar contra la delincuencia.
“No he tenido el gusto de conversar con Víctor Hugo Rivera (alcalde provincial de Arequipa), a pesar de que lo he llamado en varias oportunidades, parece que su teléfono está descolgado (...). Salimos del estado de emergencia y la Policía ha bajado los brazos, debió darse un plan de contingencia a largo plazo”, enfatizó.
Los compromisos que se firmaron con el Gobierno central a través del Ministerio del Interior quedaron en el olvido, debido a que se prometió que se habilitaría el laboratorio de criminalística en estas semanas, así como la activación de la escuela de suboficiales en el distrito de La Joya, y reforzar la logística de la Policía, sin embargo, no se cumplió.
Acciones policiales bajaron
Por su parte, el alcalde distrital de José Luis Bustamante y Rivero, Fredy Zegarra Black, aseveró que las acciones policiales disminuyeron a un 30% a comparación de los 20 días de emergencia, en los que se tuvo mayor productividad, por lo menos en delincuencia común.
Tras el último reporte de sicariato en su jurisdicción, no descartó que este hecho se vuelva a repetir. Tras la dejadez entre los alcaldes después de la medida, aceptó que sí debería volver.
Asimismo, el alcalde distrital de Alto Selva Alegre, Alfredo Benavente, aseveró que reconocerán si hubo dejadez de las autoridades para afrontar los sicariatos y delitos comunes luego de la medida. Ante los hechos, buscarán reunirse nuevamente y “reactivar” el grupo para tomar medidas, pues dijo que no hay comunicación fluida con los alcaldes.