Don Piero,  la trucha criada en  la Ciudad Blanca
Don Piero, la trucha criada en la Ciudad Blanca

Tras varios años laborando en la Ciudad Incontrastable, José Luis Ratto García (67), ingeniero forestal, decidió emprender un negocio familiar en la tierra del Misti, con la especie que pertenece al grupo de los pescados azules y ricos en grasas saludables: la trucha.

A veinte minutos del centro de la ciudad, el ingreso al restaurante campestre deja deslumbrado al visitante local o extranjero, por una laguna artificial hecha de piedra, donde abundan diferentes tamaños de truchas arcoíris. Tanto para los que gustan de ver paisajes, como para los que hacen un turismo gastronómico, Don Piero junta estás dos características en un solo lugar al alcance de todos los bolsillos.

Don Piero Fue un sueño familiar que se construyó de a pocos… 

El negocio se fundó en 2004 en un espacio pequeño aquí en Sachaca. Los primeros años se tenía apenas una habitación donde compartíamos la exhibición de truchas con el restaurante. Siempre con un producto de primera como es la trucha arcoíris. Pero siempre se pensó en un ambiente grande con una gran vista, un lugar familiar donde uno se pueda reencontrar con la naturaleza. Por una hora dejar de pensar en el estrés del trabajo y la vida cotidiana.

La inspiración surge del criadero de truchas de Huancayo… 

Claro, ese lugar es maravilloso y se quiso traer algo similar a Arequipa. No hay muchos lugares en la Ciudad Blanca donde se pueda degustar de un buen plato de trucha fresca en cualquiera de sus presentaciones. Ese creemos es uno de los principales motivos del éxito.

¿Por qué la trucha arcoíris? 

Se desarrollan más rápido. Siempre con su carne de color naranja, dentro de la tabla de roche es de las mejores en calidad. Son traídas desde Canadá. En promedio su crecimiento se de 18 centímetros. Aquí ya los separamos por pequeños, juveniles, madres, consumo. Actualmente tenemos 2 mil a 2,500 ejemplares.

El paladar del arequipeño es exigente, ¿cuáles son las presentaciones más solicitadas? 

Nuestra carta es variada. Tenemos desde ceviche de trucha, chicharrón de trucha, guarniciones, en otros, y nuestro plato fuerte El Don Piero, dos filetes de trucha sazonados con dos tipos de queso, van con cebolla china y para el horno. El resultado se acompaña con arroz, papas fritas, ensalada de verduras salteadas con mantequilla y vino blanco.

La pandemia afectó a todos los sectores, ¿cómo va la reanudación de actividades? 

Lamentablemente nos ha golpeado mucho. Hemos tenido que sacrificar a una gran cantidad de los ejemplares. Nos quedamos con muy pocos, debido a que no podíamos costear su alimentación. El despido de nuestro personal fue otro golpe duro. En estos meses levantamos la frente y seguimos con la misma fuerza de hace 16 años. Aún vemos poco público, pero esperamos que en los próximos meses la situación mejore. Estamos atendiendo bajo los protocolos sanitarios y nuestros clientes pueden estar tranquilos de consumir una sabrosa trucha en un lugar seguro.

En retrospectiva, ¿qué ha cambiado desde el inicio del sueño al verlo hecho realidad? 

La esencia es la misma. Tendremos un local mucho más amplió con una geografía privilegiada, debido a que estamos en la campiña y al margen del río Chili, pero seguimos con la sazón de siempre y un producto además de nutritivo fresco y para toda la familia.