El placer de comer un lomo saltado cerca al mar
El placer de comer un lomo saltado cerca al mar

Jeancarlo Tito Layme es un claro ejemplo de lo que se puede hace cuando mezclas dos mundos en la gastronomía y eso le está trayendo éxitos a su local.

A sus 31 años es dueño de uno de los restaurantes más conocidos de Camaná, “A Pura Candela”, en donde sintetiza el sabor de un lomo saltado con la variedad de productos que nos da el litoral arequipeño.

Diario Correo conversó con este chef, padre de familia y empresario, quien ahora quiere llevar su fusión a más pobladores de Camaná y, por qué no, del Perú entero.

¿Cómo nació su gusto por la cocina?

Yo vivía en Arequipa con mi padrastro y mis abuelos, ellos cocinaban a leña, y desde muy pequeño siempre me metía a ayudarles. Además, como yo era el hermano mayor de cuatro, siempre tenía que cocinarles, creo que allí comenzó el gusto, cuando sentí ese sabor a la leña.

¿Decidió estudiar cocina en un principio?

No fue fácil, porque mi mamá me sacó de casa a los 13 años, es decir, me mandó a trabajar, estuve de panadero, de vigilante, de ladrillero, deje de estudiar en cuarto grado de secundaria en el Independencia y luego lo terminé en Camaná.

¿Cómo llegó a Camaná?

Mi mamá tenía antes un quiosco aquí, en La Punta, cerca al grifo, yo le ayudaba a vender boyitos, y al frente había un restaurante llamado “El Canario”, cuando mi mamá no estaba yo iba a ayudarlos, y terminé teniendo más gusto, porque también me enseñaron cuáles eran las recetas.

¿Decidió quedarse?

Regresé a Arequipa, pero por cosas personales volví a Camaná, pedí un trabajo en el restaurante que le comenté, y me quedé, esta vez como ayudante para luego ser el cocinero.

¿Fue difícil? 

De hecho que sí, porque los clientes eran siempre exigentes, comencé a leer libros, recetas, consultaba internet porque quería ser mejor.

¿Cómo se formó “A Pura Candela”? 

Algo que no te dije fue que en Arequipa hacía lomo saltado, pero en Camaná este plato como que no era muy conocido o su preparación era distinta, por eso decidí abrir mi propia restaurante. Encontré que el lomo saltado tiene un gran significado, pues necesitas la candela exacta para que salga bien.

¿En que año? 

El primero de mayo de 2013, lo conversé con mi esposa y el plato que nos iba a representar era el lomo saltado, el saltado de lapas, el saltado de mariscos.

¿La gente aceptó este cambio?

La clientela es exigente, pero cuando el sabor es único, eso si diferencia, yo uso insumos de primera calidad.

¿Qué tipos de saltados sirve en su restaurante? 

Saltado de lapas, saltados de mariscos, el tradicional lomo saltado, o el saltado de pollo, y como todo es con “candela” (risas) el sabor es distinto.

¿Este trabajo lo comparte con su esposa?

Por supuesto, Zenaida Quispe, quien siempre me acompaña. Ella es de las grandes ideas, porque ella sí estudió gastronomía.

¿Estuvo de aniversario? 

Sí, cumplimos 6 años de puro trabajo que se refleja en los clientes que nos visitan y en la aceptación de nuestro lomo saltado, que nos sigue trayendo muchas satisfacciones para seguir adelante.

¿Qué quiere de “A Pura Candela” para el futuro? 

Que crezca aquí, porque estamos ubicados en el ingreso de La Punta, no sé si mi hijo quiera seguir mis pasos, pero por ahora quiero aprender más cosas, ofrecer más platos, perfeccionar la técnica y que seamos más conocidos.

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