Esta es la triste historia de un perro encerrado y abandonado que aulla por su libertad

Encerrado, salivando de calor, hambre y sed, un perro pasa sus días aullando y ladrando a la gente que ve pasar a los lejos. Parece querer llamar la atención de alguien, de pedir que lo liberen o le compartan al menos un pedazo de pan. Nada le da resultado. Durante las tardes deja caer su peso en el suelo y esconde el hocico, acaso resignado a una vida miserable y una muerte lenta.

Desde hace mucho tiempo vive solo y encarcelado en el local donde antes funcionaba la Empresa PROLACSUR, de los ganaderos de la irrigación Majes - provincia de Caylloma. Hace años, este local fue embargado por entidades financieras y quedó a custodia de una empresa de seguridad que nadie sabe cuál es, pues en el interior nunca se ha visto vigilantes o personal a cargo. Todo está abandonado, al igual que el perro.

Según los vecinos, un día llegaron unas personas e ingresaron al establecimiento solo para encerrar al perrito. Al parecer su idea fue dejarlo allí para que cuide el lugar pero no han vuelto por él, ni siquiera para alimentarlo.

Desde entonces todo se ha venido abajo, la infraestructura, las maquinarias que aún permanecen en el interior y sobre todo el ánimo del can. A veces, las personas que pasan por ahí le lanzan algo de comer y sobrevive con lo poco que consigue. Sin embargo su situación parece haber empeorado pues -de acuerdo a los testigos- defeca y duerme en un solo lugar y no deja de aullar.

Dicha empresa, ubicada en el centro poblado El Pionero, se ha vuelto su celda y el perro no sabe qué delito cometió para merecer tan cruel castigo. Los vecinos sienten lástima por él y piden que alguien haga algo. Ellos aseguran que los terrenos donde se encuentra el predio pertenecen a la Autodema e hicieron un llamado a las autoridades competentes para liberar al perro.

En estos momentos, el animal debe seguir aullando....

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