Historiador recuerda la figura de la mujer que supo hacer valer la fe de un pueblo en momentos en que se propugnaba una Constitución liberal. (Foto: Difusión)
Historiador recuerda la figura de la mujer que supo hacer valer la fe de un pueblo en momentos en que se propugnaba una Constitución liberal. (Foto: Difusión)

Es una de las mujeres precursoras de la poesía en Arequipa, además de declamadora, activista social y por supuesto, católica, aquí unos pasajes de su vida, desconocida por la población. En 1892 escribió su libro Flores Silvestres, en 1898  publicó Violetas mistianas  y dejó inédito un trabajo sobre la poetisa ecuatoriana Dolores Veintemilla. Para los estudiosos, sus escritos se contextualizan en  una época difícil de nuestra historia nacional, la crisis después de la guerra del Pacífico.

Cuenta la historia que cuando solo tenía 13 años, en 1865, el coronel Mariano Ignacio Prado, llegó al poder como  aliado con los liberales, con quienes había derrocado al presidente Pezet, así que para legitimar su gobierno convocó a elecciones para  presidente de la República y  Congreso  Constituyente  que hiciera una nueva carta Magna, en reemplazo de la 1860. Esta campaña estuvo  acompañada de hostigamiento contra los enemigos del régimen y se emprendió una serie de medidas contrarias a la religión, como las restricciones al tañido de las campanas de las iglesias.

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En 1867, al promulgar la Constitución, se mandó jurarla en las diferentes ciudades y en Arequipa la oposición era grande. Cuando  el 11 de setiembre de ese año estaba la gente congregada en la Plaza de Armas y se escuchaba los gritos: «¡Viva la religión! ¡Viva la Constitución del 60! ¡Muerte a la Constitución blasfema! ¡Muera el Gobierno apóstata!». Era Felisa Moscoso junto a un grupo de jóvenes mujeres.

Se subió al tabladillo y exclamó: «No podemos permitir tamaña afrenta a nuestra condición de creyentes, el Gobierno nos insulta pretendiendo hacernos jurar una Constitución impía, que la juren todos los demonios y sus sirvientes, pero, los arequipeños, que tenemos a mucha honra ser católicos y estamos dispuestos a defender nuestra santa causa hasta con nuestras vidas: ¡No, no, no!» El historiador Mario Rommel Arce, nos cuenta algo más sobre este personaje.


¿Dónde nace Felicia Moscoso y por qué pasa a la historia? Felisa Moscoso nació en Arequipa en 1847 y falleció en Lima en 1902. En su tiempo fue una destacada poeta. Pertenece al parnaso arequipeño del siglo XIX.

¿Su producción fue destacada en la poesía? Sí. Sus poemas figuran en la Lira Arequipeña, primera antología de poesía arequipeña, publicada en 1889. Además, escribió un libro de poemas titulado Flores Silvestres, que se publicó en Barcelona en 1892.

¿Recuerda alguno de sus versos más significativos? Su poesía es patriótica y romántica. En su libro de poemas hay uno dedicado al héroe Miguel Grau.

¿Fue una mujer moderna, comprometida con la política? Si se refiere a sus ideas, era conservadora. Su postura era católica, de defensa de los intereses de la Iglesia. Recordemos que en esa época el Perú era un Estado confesional.

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¿También practico la declamación, que se conoce? Se conoce de ella que perteneció al Club Literario de Arequipa. Junto con María Nieves y Bustamante fueron las únicas mujeres de su tiempo que integraron una sociedad literaria en Arequipa.

Ningún colegio o calle lleva su nombre y hasta los colectivos de mujeres no la conocen. Es lamentable. Como mujer y poeta ha sido minimizada. Es tiempo de recuperar su nombre y legado. Alguna calle o institución cultural debiera llevar su nombre.

¿Cómo debería ser recordada?  Como una mujer precursora de la poesía en Arequipa. En su tiempo eran muy pocas. En la Lira Arequipeña solo figuran cuatro.