El sueño del poeta y escritor Luzgardo Medina Egoavil se hizo realidad: finalmente, como deseaba, se ha compuesto y musicalizado un himno por el bicentenario de la muerte del prócer arequipeño Mariano Melgar.
Este año, Luzgardo Medina propuso realizar actividades y elaborar materiales conmemorativos en homenaje al precursor Mariano Melgar. Dentro de sus propuestas estaba considerando escribir las letras de un himno, y su amigo Percy Ballivian se encargaría de ponerle la música. No obstante, sus planes se vieron truncados cuando el pasado 25 de enero perdió la vida.
Ballivian decidió entonces que los deseos de su entrañable compañero no quedaran olvidados. Es así que por compromiso moral a Luzgardo Medina, el músico creó una canción con el sentido literario y las frases que el escritor le había hecho llegar días antes de su muerte. Finalmente, luego de un arduo trabajo y con el aporte de Ángel Jordán, un amigo en común, lograron concebir el himno a Melgar denominado “Grito Bicentenario”.
La municipalidad de Arequipa acogió dicho tema musical para rendir tributo tanto a Luzgardo Medina como al héroe de la independencia Mariano Melgar.
Aquí la transcripción del Himno a Mariano Melgar:
Gran ejemplo de amor a la patria Un modelo de coraje y valor Gloria a ti inmortal gran poeta Tu legado persiste con fervor (bis) Melgar Melgar Melgar Melgar I estrofa En la puna fría de Umachiri Silenciaron la voz del yaravi A dos siglos tu grito resuena Pregonando amor con libertad Son poemas odas y elegías Son tus obras fecundas con visión El emblema vivaz de Arequipa Prócer que dio la vida a su nación Melgar Melgar Melgar Melgar II estrofa Tus oficios demuestran sapiencia Profesor poeta y escritor Tú luchaste por la independencia Eficiente auditor y precursor Zorzal tierno amante y valiente Tu viguela no para de sonar Con tu canto de versos a Silvia Musa eterna que te hizo soñar Melgar |
Arequipa rinde homenaje al prócer de la independencia Mariano Melgar [FOTOS]
Fallece poeta Luzgardo Medina Egoavil
El último poema de Luzgardo Medina, como presagio de su muerte