​La idea de la Alegoría de la Salvación del alma que enseñaban para la religiosidad
​La idea de la Alegoría de la Salvación del alma que enseñaban para la religiosidad

¿Sabías que… en el arte virreinal se usó mucho de las alegorías para enseñar la religiosidad?

Una alegoría es la representación gráfica de ideas o cosas simbólicas. La salvación del alma, como meta final del ser humano, era una idea complicada de enseñar, y más aún en el siglo XVIII, cuando muy pocas personas sabían leer y escribir, y en el caso de América, el idioma hablado por los evangelizadores era muy diferente al que hablaban los evangelizados. Pues bien, para salvar las barreras lingüísticas y de entendimiento, nada resultó mejor que graficar “las ideas” a tratarse, mediante el uso de alegorías.

En el caso de este gran óleo sobre lienzo, “La Alegoría de la Salvación”, que se ubica en la Sala de la Pasión del Museo de Arte Virreinal de Santa Teresa en Arequipa, un desconocido pintor andino del siglo XVIII, ha repartido el tema principal en cuatro escenas: a la izquierda hay una persona cercana a morir, pues se ve a la muerte a punto de cortar el árbol y el reloj de su vida, haciendo alusión a que “los frutos de su vida” decidirán el destino final de su alma.

En el extremo de la derecha, un ángel orienta a un alma en la elección del mejor camino en su vida, indicándole que hay un suave camino de flores, pero que lleva al infierno a través de las fauces del demonio, mientras que el otro camino, de espinas y cargando una cruz, es el que lleva las almas al cielo.

En la parte central de la composición, se ve un alma, cargando una cruz y transitando el camino de espinas, que lleva directamente a las puertas del Cielo.

El cuarto espacio de la pintura está precisamente en la parte superior, a cuyo centro está Dios Padre, con los brazos abiertos y de pie, recibiendo a las almas que recorrieron el camino de espinas, y obtienen como recompensa la visión eterna de Jesús. En este espacio están los sitios para los perpetuos asistentes de la celestial visión. Ingenuas inscripciones dan las pautas explicativas para los adoctrinadores, pero lo esencial de la idea, es legíble en las 4 escenas que conforman la obra.

Detalle. Aquí vemos al personaje a punto de morir, con la muerte a poco de cortar el reloj y el árbol de la vida.

Museo. Esta pintura se guarda celosamente en el museo Santa Teresa que se úbica en el centro histórico de nuestra ciudad.

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