Santiago comienza a inquietarse y un breve llanto rompe momentáneamente la tranquilidad de la sala en la que se encuentra. Tan pronto como puede, Estefany, su madre, se descubre el pecho y con especial cuidado apega a su hijo para devolverle la tranquilidad y establecer una conexión intensa y única que no debe reemplazarse con nada para asegurar el futuro desarrollo del bebé.
La lactancia materna no solo es importante porque brinda los nutrientes y los anticuerpos que necesita el bebé para desarrollarse y estar protegido de las enfermedades que pueden acecharlo, sino también en lo emocional. El lactar estimula la producción de la oxitocina, que es conocida como la hormona del amor.
AMAMANTAR TIENE VENTAJAS PARA LA MADRE Y EL HIJO
Lucy Castañeda Conde, coordinadora de Vida Sana de Promoción de la Salud de Geresa, explica que el contacto piel a piel favorece el vínculo entre madre e hijo, contribuyendo a que el recién nacido se sienta protegido y amado.
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Este proceso tan delicado y vital para la vida de los recién nacidos demanda tiempo que en la actualidad pareciera ser mucho más corto por la presión en el trabajo y otras obligaciones de los padres. También están presentes los mitos que giran alrededor del proceso de amamantar, como que el cuerpo de la mujer se deformará o que ganarán mucho más peso del debido.
Estos dos factores influyen negativamente en la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del bebé, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es contra lo que se lucha desde el sector salud, sensibilizando a las madres sobre su importancia.
PANDEMIA TUVO UN EFECTO POSITIVO EN LA CONEXIÓN FAMILIAR
Reportes de la Geresa revelan que en la prepandemia, en promedio, menos del 60% de las mujeres que dieron a luz en Arequipa cumplieron con este requisito indispensable para asegurar la nutrición y el desarrollo emocional de los recién nacidos.
Si bien la llegada de la COVID-19 causó mucho dolor entre las familias, tuvo, por otro lado, un impacto positivo en afianzar el vínculo de la madre con su hijo.
La cuarentena, la restricción de salidas y el trabajo remoto que se impuso para evitar el contagio hizo que el porcentaje de la lactancia materna exclusiva creciera en 2020 hasta el 63.6% y durante el año pasado se elevó hasta el 72.9%. “Estamos trabajando desde los centros del primer nivel y los hospitales, sensibilizando a las madres para que este crecimiento no decaiga con el retorno a la normalidad y, por el contrario, siga creciendo más”, dijo Lucy.
HOSPITALES AMIGOS QUE PROMUEVEN LA LACTANCIA
Santiago nació a los siete meses en el hospital Honorio Delgado, que desde el 2019 está acreditado como hospital amigo de la madre, de la niña y el niño, con la intensión de promover la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y que esta se prolongue hasta los 2 años con alimentos complementarios ricos en hierro para prevenir la anemia que causa un severo e irreparable daño neurológico en los niños.
“Aquí no utilizamos ni chupones ni biberones para alimentar a los bebés. El uso de estos artículos provocan daño al recién nacido y causan rechazo al seno de la madre y eso no es lo que queremos”, refirió la licenciada Diana Villanueva, miembro del comité de lactancia materna del hospital regional, donde nacen, en promedio, 15 bebés diariamente.
Agrega que tras el nacimiento de los bebés se hace el contacto piel a piel con la madre para favorecer la producción de las hormonas prolactina y la oxitocina que favorecen la producción de la leche, por lo que es importante que el bebé mame dentro de la primera hora de su nacimiento. Si esto ocurre, tendrán una lactación más prolongada y esto es bueno porque la madre lo va a fortalecer emocionalmente y le seguirá proveyendo de nutrientes que necesita.
ESFUERZO DE LA MADRE Y EL BEBÉ
Santiago es uno de los 18 recién nacidos que se encuentran hospitalizados en el Honorio Delgado. Su llegada al mundo fue prematura. En julio nació a los siete meses con una infección al hígado.
Estefany, su madre, es venezolana y aunque los recursos que tiene son cortos, todos los días acude dos veces al hospital para darle de lactar a su primer hijo, que ese encuentra estable y bien alimentado con su leche. Aún no sabe cuanto tiempo más le tomará a su hijo liberarse del mal que lo aqueja, pero asegura que seguirá yendo todos los días a amamantarlo.
“Ella tiene las puertas abiertas del hospital como el resto de las mamis que tienen a sus bebés internados. Su cercanía y especialmente su leche es la mejor que les podemos dar durante el proceso de su recuperación”, agrega la enfermera que resalta la importancia de fortalecer la relación madre e hijo durante la lactancia, que constituye un elemento fundamental para el desarrollo saludable del recién nacido.
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