El papa Francisco tiene programado visitar el Centro Pastoral Apaktone la tarde del viernes 19, a las 13:15 horas, para almorzar con invitados y representantes de comunidades de Madre de Dios.
Puerto Maldonado es símbolo de los pueblos originarios y amazónicos, a su vez, también es escenario de una gran problemática vinculada con la minería ilegal, trata de personas, trabajo infantil. Es además la primera línea de batalla en la defensa de la naturaleza y el medioambiente, un tema de preocupación para el Vaticano, es la importancia de la reunión que sostendrá el papa en el Centro pastoral Apaktone.
Pero, ¿quién fue Apaktone? El misionero dominico José Álvarez Fernández fue un asturiano que recorrió casi toda la Amazonía peruana y fundó misiones a lo largo y ancho de Madre de Dios.
QUERIDO. Apaktone (en la nueva grafía Harakbut Apagntoné) que se traduce por ‘Papá Sabio-Anciano’, fue el nombre que recibió el legendario misionero dominico, que trabajó durante 53 años en las selvas de Madre de Dios. Apaktone y Papachí son nombres indígenas para referirse al más carismático que ha tenido Madre de Dios: el padre Álvarez.
Recorrió la selva de Madre de Dios en multitud de expediciones desde que llegó de España a Puerto Maldonado en 1917. Pasó más de 53 años, de los ochenta que vivió (nació en 1890 y murió en 1970).
Entre ríos, quebradas y bosques en pacífica convivencia con indígenas amazónicos de diferentes pueblos que vivían en lo más profundo del bosque amazónico.
Poseía un admirable don para las lenguas indígenas, llegó a hablar y dominar más de 20 idiomas, escribió diccionarios y gramáticas sobre algunas de ellas, lo que le permitió que su comunicación fuera intensa y fluida con los pueblos que tuvo contacto en los ríos Madre de Dios, Tahuamanu, Tambopata, Heat, Acre, Malinowski, Colorado, Manu, Iñapari, Candamo.
SUFRIMIENTO. Su espíritu evangélico, misionero y aventurero, lo condujo a experimentar sufrimientos y decepciones, conoció el hambre y no pocas enfermedades, estuvo a punto de morir en varias ocasiones, unas veces por naufragios, en las numerosas correntadas de los ríos, y otras en la incertidumbre del contacto inicial con grupos indígenas como los Harakbut.
Verdadera conmoción interior que experimentada cuando se encontraba, como él mismo decía, con los ‘hijos de la selva’, sus ‘príncipes y princesas’. Sus numerosas expediciones, siempre a la búsqueda de nuevos indígenas, le convirtieron en un excepcional guía y en un experto conocedor de todos los rincones de la selva por donde anduvo.
Enseñó las rutas más favorables a los primeros pilotos de aviación que inauguraron los vuelos a Puerto Maldonado y fue el guía experto de la expedición científica Wenner-Gren al río Colorado en 1940. En 1930 funda la misión multiétnica, fundamentalmente de población “ese eja”, en el Lago Valencia, cerca de la frontera con Bolivia. A partir de los años 40 del pasado siglo es cuando inicia sus contactos y encuentros con distintos grupos del pueblo indígena Harakbut, quienes lo mantendrán siempre vivo en su memoria. En los momentos más críticos de la historia de este pueblo, prácticamente pudieron haber sido exterminados, el encuentro con el Apaktone les supuso la posibilidad de reinventar su propia historia en el nuevo contexto regional que se impuso en la nueva era post-cauchera. En 1963 el Perú reconoció su contribución patriótica: fue condecorado con la Gran Cruz al Mérito por Servicios Distinguidos en el grado de Comendador.
Murió en Lima en 1970 con 80 años de edad. En el 2000 se abrió su proceso de beatificación. En 1995 se inauguró, en su honor, en Puerto Maldonado el Centro Pastoral Apaktone.
Un espacio de encuentro y formación destinado a las comunidades nativas y a las numerosas comunidades campesinas de Madre de Dios.
Desde su inauguración se han realizado convivencias, encuentros, cursos de formación, congresos, charlas y conferencias, pronto será un espacio de encuentro, comunión, reflexión y de acogida.