“Todos hemos sido expulsados a la digitalización”
“Todos hemos sido expulsados a la digitalización”

Ruhuan Huarca, vicepresidente de la asociación de Editoriales Independientes del Perú y editor arequipeño, conversó con Correo sobre la actual crisis que está viviendo el libro y la lectura en el país. A continuación la entrevista:

¿Cómo ha afectado la pandemia al sector editorial en Arequipa? 

Las editoriales han parado completamente su producción física, pero llegando a la nueva temporada de cuarentena hay varias editoriales que lanzan sus novedades o realizan trabajo desde sus redes digitales, además de migrar a estas plataformas. Es un golpe del cuál nos estamos recuperando no como quisiéramos, pero no hay otro modo. Debemos seguir adelante, las ideas no se detienen.

¿Qué sucede con los escritores locales? 

Los escritores, dentro de la cadena productiva del libro, han sentido más el golpe, porque varios de sus proyectos no podrán ver la luz, tampoco podrán moverse como es necesario y, en el peor de los casos, no verán su obra publicada en este periodo del año. Los editores y autores han perdido los espacios donde comercializaban sus libros y ello también los afecta.

¿Cree que el nuevo lugar para la promoción del libro son las redes sociales? 

Siento que mientras dure la pandemia será así, pero que reducir a las redes sociales la promoción del libro no será una constante en el futuro, la promoción del libro va más allá de las redes sociales, estas son solo una herramienta más dentro de un abanico de posibilidades y políticas culturales que han demostrado ser necesarias para tener una país más saludable.

¿Cuál es el futuro de la industria editorial ante la nueva normalidad? 

Todos hemos sido expulsados a la digitalización, el futuro es el presente ahora. Es un reto la profesionalización del sector. El fortalecimiento de los gremios, como Editoriales Indenpendientes del Perú y otros, son los actores de la cadena productiva del libro y serán importantes para construir y dar el espacio necesario a lo que en muchas partes se ha denominado “economía naranja”.

¿Cómo se puede resolver de manera orgánica las pérdidas en el sector editorial a consecuencia de la pandemia? 

El Estado tiene la oportunidad de enfocarse en la biblioteca como espacios de activación social, cultural y económica. A partir de darle más protagonismo a la bibliotecas, no solo físicas sino también virtuales, muchas editoriales podrán de alguna forma paliar los efectos de la crisis. Es importante destacar que la gratuidad del trámite del ISBN electrónico es un buen gesto de parte del Gobierno, que todavía está en falta con el sector cultural en general.

¿Es suficiente la ayuda que está ofreciendo el Ministerio de Cultura para las artes y en especial el sector editorial?

No, para nada es suficiente, si nos trataran como a la Confiep tal vez podríamos confiar más el Gobierno. Creo que el Ministerio de Cultura todavía no se entiende en su real dimensión y potencialidad de construir un país diferente y listo para enfrentar el siglo 21.

¿Cuál debe ser el trabajo organizado que deben tener los sectores de editoriales independientes, escritores y difusores del libro? 

Fortalecer gremios donde existan, sino articular a los actores de la cadena productiva del libro, defender el ecosistema visibilizando el trabajo que hace cada uno desde sus diferentes espacios, es importante por ejemplo el nacimiento de la Red de Escritores de Arequipa, su organización puede permitir que se tome más en serio al sector no solo en la ciudad sino a nivel nacional. La organización de la sociedad civil, del sector cultural en general, es urgente y necesaria, porque ha llegado el momento de discutir qué tipo de país queremos de cara al bicentenario, no podemos seguir de espaldas a la realidad.

TAGS RELACIONADOS