La emprendedora ayacuchana, Yoselyn Ruth Licas Licla, fundadora de la empresa El Punto del Dulce, obtuvo el primer lugar de la categoría Responsabilidad Social del Premio “Primero, Los Clientes” que organiza el Indecopi, por haber destinado un porcentaje de sus ganancias a la elaboración de refrigerios nutritivos que reparte a personas de bajos recursos del distrito Carmen Alto, a pesar de las difíciles circunstancias que se vive en el país por la pandemia.
A través de su empresa, Yoselyn Licas brinda los refrigerios nutritivos totalmente gratis, desde el 2017. A la fecha, ha entregado 53 655 refrigerios a escolares de secundaria de la Institución Educativa Abraham Valdelomar; a niños de primaria que acuden al programa de vacaciones útiles de la Municipalidad distrital de Carmen Alto (2019) y a los reclusos del Penal de Yanamilla.
El Punto del Dulce inició hace más de 25 años como una panadería y luego con mucho esfuerzo logró añadir el rubro de la pastelería a su negocio. Ha sido ganador del mejor plan de negocios organizado por la Municipalidad Provincial de Huamanga. Además, obtuvo el primer puesto en el Concurso denominado “Creación de una receta saludable para combatir la anemia en mi comunidad” y ha sido reconocida como una empresa líder de la región por el Gobierno Regional de Ayacucho.
El concurso “Primero, Los Clientes” es una iniciativa del Indecopi que busca reconocer a las empresas que destaquen por sus buenas prácticas en atención a clientes y que sirvan de ejemplo al resto del mercado, buscando incentivar que los casos de éxito sean replicados por otras empresas.
Este año, en su octava edición, se incluyó la categoría Responsabilidad Social con el fin de promover un comercio responsable y solidario, así como fortalecer las relaciones de consumo en el marco de la reactivación económica de la pandemia del COVID 19.
Personal de la Oficina Regional del Indecopi en Ayacucho (ORI- Ayacucho) entregó a la representante de El Punto del Dulce un hermoso trofeo creado por la artesana Jessica Silvano de la Comunidad de Maestras Artesanas Shipibo Conibo de Cantagallo.
Finalmente, es importante recalcar que estas iniciativas deben ser reconocidas y servir de ejemplo de buenas prácticas para que puedan ser replicadas por otras empresas a nivel nacional, motivando así a la continuidad de un comercio solidario y justo que fortalezca las relaciones de consumo en el mercado nacional.