Chimbotanos de naufragio ya son velados en España

Los féretros con los restos de los chimbotanos Daniel More Valladares y Diego More Vega, respectivamente, arribaron ayer a Vigo, la ciudad de España en la provincia de Pontevedra, comunidad autónoma de Galicia, donde ambos residían desde hace más de diez años junto a sus familias.

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José More Valladares, hermano y padre de las víctimas del naufragio del barco español Villa de Pitanxo, difundió a través de sus redes sociales una transmisión en vivo del velatorio de sus seres queridos.

Los ataúdes estaban rodeados de decenas de arreglos florales fúnebres.

Vacaciones

Cuando ocurrió la tragedia, el pasado 15 de febrero, José Valladares, también pescador residente en Vigo, se encontraba de vacaciones en Perú visitando a sus familiares en Lima y Chimbote.

Pero el dolor de la familia no termina porque no se tienen noticias del cuerpo de su sobrino Edwin Córdova Salinas, quien por primera vez salía a pescar con sus familiares.

El barco Villa de Pitanxo naufragó la noche del 15 de febrero en las gélidas aguas del mar de Terranova, Canadá. 24 personas iban a bordo, de las cuales solo tres sobrevivieron.

Hay doce personas que se encuentran desaparecidas, entre ellas Edwin Córdova Salinas, parientes de Daniel y Diego.

Las autoridades canadienses buscaron los cuerpos por 36 horas, tras lo cual suspendieron la búsqueda.

Los expertos consultados por medios españoles señalan que encontrar más cuerpos es extremadamente improbable, entre otras razones porque se sospecha que algunas de las víctimas ni siquiera tuvieron tiempo de alcanzar la cubierta para intentar ponerse a salvo y estarían atrapados en el casco del Villa de Pitanxo, a mil metros de profundidad.

Los tres pescadores chimbotanos fallecidos vivieron en el pueblo joven San Juan.

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Entre los compatriotas que perdieron la vida en este lamentable accidente se encuentran el marinero Miguel Lumbres, quien había ocupado el puesto de otro tripulante que dio positivo a COVID-19. Daniel More y Diego More eran tío y sobrino que al igual que William Arévalo perdieron la vida en el naufragio. El ayudante de cocina Rogelio Franco había señalado que deseaba que sus restos regresaran a su patria ya sea que se encontrara con la muerte en España o en algún otro lugar del planeta.

Juan Antonio Cordero, tripulante a quien le faltaban dos meses para jubilarse; el engrasador del barco, Ricardo Alfonso; Apaanah Pelungo Zure, quien participaba por primera vez en pesquería y el cocinero Fernando Santomé son las otras víctimas identificadas por las autoridades forenses a cargo de este caso.

Las familias de las víctimas están recibiendo atención por parte de un equipo psicológico especializado en gestión de catástrofes.