Luego de los abusos, el imputado entregó víveres a la familia de la víctima y solicitó que la adolescente sea su pareja.
Luego de los abusos, el imputado entregó víveres a la familia de la víctima y solicitó que la adolescente sea su pareja.

El máximo castigo que contempla la justicia peruana se le impuso a Elías Nemías Otiniano Villanueva (27), tras demostrarse que abusó sexualmente de una menor de 13 años durante el periodo que laboró como albañil en la casa de la agraviada, en Chimbote.

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El fiscal a cargo del caso, Guillermo Ferro Ramírez, acreditó -mediante diversos elementos probatorios- la responsabilidad de Otiniano Villanueva en calidad de autor del delito de violación sexual.

A raíz de la agresión sexual, la menor ingresó al albergue Hogar San Pedrito, tras demostrar su desprotección familiar provisional, por no recibir la atención adecuada por parte de sus progenitores.

Según la investigación de la Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Santa, los abusos se cometieron en dos ocasiones, en la vivienda de la menor, situada en el asentamiento humano Lomas de San Pedro, lugar al que llegaba Otiniano Villanueva para realizar trabajos de emparejamiento de terreno. Luego de los abusos, el imputado entregó víveres a la familia de la víctima y solicitó que la adolescente sea su pareja.

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Tras ser hallado culpable de violación sexual, Elías Otiniano Villanueva fue condenado a cadena perpetua y al pago de 20 mil soles por concepto de reparación civil.