El sacerdote Luis Del Carpio Costa abandonó la sede de la Corte Superior de Justicia del Santa, en Chimbote, minutos antes de que el Juzgado Colegiado Supraprovincial lo condenara a 10 años de prisión por el delito de actos contra el pudor en agravido de una menor que tenía 12 años cuando ocurrieron los hechos.
El cura había llegado a la diligencia pero al parecer se enteró de que iba a ser condenado, por eso salió de la sala de audiencias argumentando supuestos problemas de salud.
Sin embargo, las juezas Krist Díaz Gonzales, Patricia Peralta Gambini y Liz Muñoz Beteta dispusieron que Del Carpio Costa cumpla la prisión efectiva de 10 años siempre y cuando la sentencia sea confirmada en segunda instancia por la Sala de Apelaciones. La diligencia se efectuó ayer a las 7.40 de la mañana.
El sacerdote fue acusado de haber realizado tocamientos indebidos a la menores de iniciales N. A. O. G., de 12 años, quien se desempeñaba como acólita en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe de la urbanización Nicolás de Garatea. Los hechos ocurrieron el 28 de julio de 2014.
La víctima denunció que fue besada y tocada en sus partes íntimas en el interior de la casa parroquial, luego de una celebración eucarística. En sus declaraciones hechas en la cámara Gesell, la agraviada corroboró lo que manifestó en su denuncia inicial ante las autoridades penales y eclesiásticas. También describió con lujo de detalles el ambiente donde ocurrieron los tocamientos.
Por esta grave acusación, Luis Del Carpio Costa fue expulsado de la Diócesis de Chimbote.
PIDIÓ PERDÓN. En 2016, luego de una investigación en la Iglesia, fue separado de sus funciones religiosas.
Durante el proceso, que llegó hasta el Vaticano, Luis del Carpio negó la acusación. Sin embargo, el obispo de Chimbote pidió perdón en nombre de la Iglesia.
“No deja de ser una afrenta para una familia. A mí no me queda sino pedir perdón a la familia y a la sociedad”, dijo en aquella oportunidad monseñor Ángel Francisco Simón, Obispo de Chimbote.