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Un jardinero que ultrajó sexualmente a una niña de 12 años con la complicidad de su propia madre ha sido condenado a cadena perpetua tras prosperar la acusación fundamentada que presentó la Fiscalía Provincial Especializada en Violencia Contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar de Huaylas, representada por la fiscal adjunta provincial Yessica Karina Ríos Vargas.
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Los abusos contra la víctima se produjeron en un huerto del distrito de Caraz, desde el 2018 y en repetidas oportunidades, siendo la última vez el 30 de marzo del 2021.
MADRE CÓMPLICE
Según el testimonio de la víctima, su propia madre la llevaba hasta el huerto en donde trabajaba Américo Bendesu Cocha Florentino (47) para que abusara de ella mientras su madre miraba; luego el sentenciado y la mujer tenían intimidad delante de la niña.
Todos estos escabrosos sucesos se llegaron a descubrir gracias a un valiente vecino de la zona, quien luego de comunicarse con la menor se enteró de lo que pasaba: que no solo abusaban de la menor, sino que su propia madre la amenazaba de muerte. El vecino le contó el hecho a la tía de la víctima quien finalmente denunció ante las autoridades lo ocurrido, permitiendo poner tras las rejas, de por vida, a Américo Bendesu Cocha Florentino.
Durante el proceso judicial , el acusado se negó a declarar y la defensa técnica del mismo, argumentó que los hechos no habían ocurrido, pero gracias a las pruebas presentadas por la representante del Ministerio Público Yessica Karina Ríos Vargas, el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de la Corte Superior de Justicia de Áncash condenó a Américo Bendesu Cocha Florentino a la pena de cadena perpetua por el delito de violación sexual de menor de edad.
La defensa del sentenciado apeló el fallo.
PRÓFUGA
En tanto, respecto de la madre de la menor, a ella se le reservó el proceso y será juzgada cuando sea capturada pues hasta la fecha se encuentra en calidad de prófuga de la justicia.
