Poder Judicial halló culpable a Juanita Arévalo Delgado de estafa agravada tras denuncia de integrantes de iglesia evangélica de Nuevo Chimbote.
Poder Judicial halló culpable a Juanita Arévalo Delgado de estafa agravada tras denuncia de integrantes de iglesia evangélica de Nuevo Chimbote.

Juanita Argelia Arévalo Delgado (59), quien se hacía pasar como la pastora puertorriqueña Aracely Weston Ojeda, deberá devolver los 150 mil soles que sumó en sus cuentas y que provenían de fieles de la iglesia evangélica Bienvenido Espíritu Santo, ubicada en . Esto luego de que la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia del Santa ratificara la sentencia en su contra por el delito de estafa agravada.

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Según la acusación de la Fiscalía, Juanita Arévalo llegó en 1999 hasta la sede de dicha iglesia de la urbanización Casuarinas. Tras identificarse con el nombre falso, inició sus prédicas en el lugar y se ganó la confianza de los feligreses. Pasado un tiempo, la falsa pastora comenzó a solicitar dinero para apoyar en el sustento de un grupo de misioneros extranjeros. La mujer pidió que todas las donaciones se depositaran en la cuenta de ahorros de una hermana coordinadora llamada Juanita Argelia Arévalo Delgado, su nombre verdadero.

Convencidos de que el dinero iría a una buena causa, tres asistentes de la congregación realizaron depósitos de dinero de 80 mil, 45 mil 200 y 70 mil soles.

Sin embargo, una de ellas descubrió la verdadera identidad de la imputada y procedió a denunciarla. Se supo que varios de los feligreses realizaron préstamos bancarios que luego depositaron a las cuentas de Arévalo Delgado.

Magistrados de la Corte Superior de Justicia del Santa hallaron culpable a mujer.
Magistrados de la Corte Superior de Justicia del Santa hallaron culpable a mujer.

El Séptimo Juzgado Penal Unipersonal de la Corte Superior de Justicia del Santa la declaró culpable del delito contra el patrimonio en la modalidad de estafa agravada y le impuso 4 años de pena privativa de la libertad suspendida en su ejecución por 3 años.

Al apelar el fallo de primera instancia, el abogado defensor de Arévalo Delgado argumentó que no se había probado el engaño, que existió una falta de motivación en la sentencia y que el proceso se analizó como si se hubiera estafado a todos los integrantes de la iglesia.

Los magistrados de la Segunda Sala de Apelaciones confirmaron el fallo inicial y dispusieron que la sentenciada cumpla con pagar una reparación civil de mil soles para cada una de las agraviadas, además de devolver el dinero apropiado.

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