En la selva de Cusco habitan animales hermosos como el jaguar, el tapir y diversidad de mamíferos, y también insectos que son muy respetados entre los habitantes de la Amazonía del Cusco, como la isula, una hormiga cazadora que puede medir más de 3 centímetros y tiene una mordida muy temida por el dolor que causa.
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“La isula, que habita en el Bajo Urubamba, es una de las especies más grandes de hormigas, son cazadoras solitarias e inyectan el veneno de su aguijón a insectos incluso más grandes que ellas”, indicó un reporte del Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB) de Camisea, que contribuyó con la identificación de 9 nuevas especies para la ciencia, la documentación de 2,200 terrestres y acuáticas, y el registro de 700 nombres de especies en lengua matsigenka, junto con sus denominaciones científicas.
El tapir, o sachavaca (tapirus terrestres), es otro de los animales que el PMB captó con sus cámaras trampa puestas entre los árboles o rocas de la selva. Según un informe del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), esta especie tiene una relevancia cultural, biológica y económica desde el Perú precolombino.
El programa también captó hace unos meses al jaguar, el felino más grande de Latinoamérica, criándose y apareándose en la selva de Cusco. Este animal llega a pesar 130 kilos, puede medir hasta 1.80 metros. A diferencia de otros felinos, es un cazador que no le teme al agua para perseguir a sus presas.
A su vez se registró en los últimos años distintas variedades de insectos, donde destacan los lepidópteros nocturnos, himenópteros (abejas), dípteros, scarabaeidae (escarabajos) y formicidae (hormigas). Estos animales juegan un importante rol en el ecosistema: son descomponedores, consumidores, predadores y parásitos.