Junín se ha consolidado como una de las regiones líderes en la crianza de cuyes a nivel nacional, con una producción anual de 2 664 toneladas de carne y más de 2,6 millones de animales registrados, según datos de la Dirección Regional de Agricultura de Junín (DRAJ)

También informa que la provincia de Jauja encabeza la actividad con el 60.61 % del total, seguida de Concepción (8.59 %), Huancayo (6.74 %), Tarma (6.58 %), Junín (5.66%), Satipo (4.31%), Chanchamayo (3.52%), Chupaca (2.33%) y Yauli (1.69%) .

Esta cadena productiva no solo abastece los mercados locales, sino que representa una de las principales fuentes de ingresos para miles de familias campesinas. El director de Desarrollo Agropecuario de la DRAJ, Edgar Tovar, explicó que la crianza del cuy ha ido experimentando un proceso de transformación con el paso de los años. “Antes era una crianza familiar, luego mixta y ahora es comercial, porque se descubrió que la carne del cuy tiene fuertes bondades”, señaló.

Según estimaciones, a nivel nacional existen 800 mil productores y 25 millones de cuyes en crianza, lo que coloca al Perú como el primer productor de esta especie en el mundo, además que la crianza de estos animales ancestrales está liderada mayormente por mujeres que lo ven también como una fuente de ingreso más en su economía, según informó el especialista.

El cuy no solo es una fuente de proteína, sino también parte de la identidad de los Andes. El docente de Medicina Veterinaria de la UPLA, Dr. Octavio Carhuamaca, recordó que existen evidencias de su domesticación de más de 2 500 años en el Templo de las Manos Cruzadas de Kotosh (Huari, Áncash). “El cuy es un animalito nativo del Perú, con arraigo milenario, presente en la dieta de los incas junto a la quinua, lo que les dio fuerza e inteligencia para construir su civilización”, sostuvo.

Carhuamaca remarcó que el cuy representa “cultura viva y bienestar económico” para las comunidades. “La crianza de cuyes es una actividad tradicional en los hogares rurales. Cada familia tiene su pequeña crianza y con ella asegura proteína de alta calidad para su alimentación”, afirmó, destacando que este animal se ha convertido en símbolo de seguridad alimentaria y de patrimonio cultural.

La carne de cuy fue sobresaliendo con el paso de los años gracias a la composición que posee, ya que contiene 78.1 % de agua, 19.49 % de proteína, 1.6 % de grasa, 1.2 % de minerales y 0.1 % de carbohidratos, lo que la convierte en una de las más saludables frente a la carne de pollo, cerdo o vacuno.

“En países desarrollados ya se ha validado en laboratorio su alto valor nutritivo. Es ideal incluso para personas mayores que no pueden consumir otras carnes rojas”, aseguró Carhuamaca. La DRAJ añadió que también aporta aminoácidos, calcio, fósforo, hierro y zinc, que conllevan a una alimentación más equilibrada y saludable. Pese a sus bondades, el consumo per cápita de cuy en el país es menor a un kilogramo al año, lo que evidencia un gran potencial de expansión del mercado.

“La crianza de cuyes representa mucho más que una actividad económica; es herencia familiar y fuente de alimento de alta calidad. En Junín, los productores han incorporado mejoras genéticas y de manejo que permiten pensar en nuevos mercados”, sostuvo el director regional de Agricultura, Jaime Aquino.

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