Los bruscos cambios climáticos que vivimos, sumados a los fenómenos del niño costero y niño global están causando que la captación de agua de las lagunas del distrito de Marcapamacocha que brindan el 70% de agua que llega a Lima tengan una disminución de un 30% de agua que debería estar almacenadas en estas fuentes de agua en esta época del año.
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Según señalo Héctor Piscoya Vera presidente del directorio de Sedapal las cifras de abastecimiento de agua de enero a junio de este año llegan a 199 millones de m3 de agua, cantidades mucho menores a los 225 millones de m3 del año 2022 y los 235 del año 202. Cifras de alarma que son complementadas por Yolanda Andia Cárdenas gerente de Producción y Distribución Primaria de Sedapal que señalo que ya se estaría ingresando a un estrés hídrico que es un desbalance con el agua que se produce y la que se utiliza.
La laguna de Huascacocha en Carhuacayán almacena un total de 100 millones de m3 de agua y solo tiene 73 millones de m3, mientras el grupo de lagunas de Marcapomacocha, Antacoto y Marcacocha almacena juntas 150 millones de m3 de agua y solo llegan a niveles de 100 millones de m3. Cifras muy bajas y lejanas a los 333 millones de m3 de agua que normalmente se juntan en estos dos proyectos.
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Estos niveles de agua continuarían bajando si no llegan las lluvias a las cuencas altas a más de los 4,000 msnm hecho que produce el niño costero que hará que solo llueva en la cuenca media a menos de 3,500 msnm produciendo posibles huacos en zonas de Matucana y San Mateo que no abastecen de mucha agua a la capital
Se habla de estrés hídrico cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad.
