Las familias peruanas necesitan tener más espacios públicos para poder tener sano entretenimiento. En ese sentido, el Estado debería beneficiarse de sus pocas propiedades disponibles para esta finalidad. La Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN) debe contribuir a cerrar las brechas existentes en relación a la dotación de acceso a parques y espacios públicos de esparcimiento, y para ello debe ceder los terrenos que tiene a su carga con ese objetivo.

Hace poco la SBN, ha cedido al Congreso, por un tiempo indeterminado, un terreno de 35 mil metros cuadrados ubicado en el exclusivo balneario de Santa María del Mar, este es el predio estatal de mayor extensión ubicado al sur de la ciudad de Lima . El Congreso se ha comprometido a gastar 17 millones de soles para construir, entre otros, 02 auditorios con capacidad de 800 personas cada uno, 03 restaurantes/cafetería, estacionamiento para 500 autos, 10 aulas para 230 alumnos y 03 zonas de rotondas para reuniones al aire libre, con el fin de capacitar a su personal.

El Parlamento actualmente tiene una biblioteca destacada, y un “Centro de Capacitación y Estudios Parlamentarios”, sus capacitaciones virtuales convocan en promedio 60 participantes, y las presenciales 30 personas. Sus docentes son destacados profesionales, sus instalaciones actuales cumplen de lejos con la demanda de capacitación de los trabajadores. Por lo cual, una inversión millonaria para algo que ya está funcionando bien, no aprueba un concienzudo análisis de costo y beneficio.

El Congreso y la SBN deberían repensar si es necesario gastar esa gran cantidad de dinero en un futuro elefante blanco en plena crisis económica. Ese terreno debería tener otro fin: un Gran Parque para las familias.