La placa militar hallada en la escena del crimen, la declaración de Josué (14), amigo de Bryan R.S. (17) y el puñal que el verdugo tenía cuando entró a la discoteca “La Jora”, fueron las claves para que los efectivos de la Divincri, identificaran a Rafael Fernando Calderón Subia (18), quien sin piedad mató al alumno de quinto de secundaria.
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Según las investigaciones, ambos se conocieron en la discoteca del distrito de El Tambo, donde bebieron licor, luego tuvieron un altercado por una fémina. Bryan y Rafael salieron del local y en el Jr Las Begonias, el soldado de servicio militar atacó al menor salvajemente asestándole más de 40 puñaladas.
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Silencio. El adolescente que asistía por primera vez a la discoteca “La Jora”, trató de defenderse y pudo arrancar la placa militar a su agresor, quien se dio a la fuga. Sus familiares decían que estaba desaparecido, pero éste escapó a la Selva Central y se presentó a su servicio como si nada hubiera pasado. Tras ser capturado a las 7 de la mañana en la base militar de Villa Rica, dijo que guardaría silencio. “Quiero ver al que mató a mi hijo, por qué lo mató si era un niño”, gritaba René Soller, quien junto a sus familiares llegaron a la Divincri para pedir cadena perpetua para el asesino.