El día a día para , es complicado en Huancayo, porque detrás de su frondosa barba blanca, esos ojos celestes y la sonrisa que encandila a los niños, existe una historia que debe ser contada. Carlos Alberto Esteves, es un argentino (66) que radica en Chupaca, lucha para sacar adelante a su familia. Coge su mochila, toma la combi para ir al centro de Huancayo. En la mochila lleva el traje de Papa Noel.

Por estos días, suele salir a la plaza Huamanmarca, donde accede a las fotos para el recuerdo. Al solo verlo, los niños, jóvenes y grandes, se emocionan.

A veces el trajín es complicado, y cuando ya no puede más se apoya en su bastón y se sienta a descansar, ya que pierde el equilibrio muy fácilmente.

ACCIDENTE

Hace dos años, en plena pandemia, cuando estaba en su casa en Huarisca, sufrió una caída, resbaló en el barro y una filuda piedra le lastimó la columna. Desde entonces, sufre dolores, pero no tiene dinero para costear una rehabilitación.

Durante la pandemia, como a muchos, lo afectó una, profundad, depresión por el encierro, como toda su vida estuvo acostumbrado a trabajar, no podía salir, ya que los adultos mayores eran controlados. Fue el primero en recibir las 4 vacunas contra el covid, por la necesidad de trabajar, pero en la pandemia no había muchas oportunidades.

Pese a todas las dificultades, es un gran conversador, ayer hacía reír a las enfermeras con sus anécdotas.

Aunque muchas personas ya lo conocen, es necesario recordar que Don Carlos llegó a Huancayo hace 19 años. Natural de Buenos Aires, Argentina e hincha de Maradona y Lionel Messi, emprendió la marcha en bicicleta para llegar al Perú, recorrió los Andes y la Panamerica Sur y viajó por la Carretera Central a Huancayo y Huancavelica.

Se enamoró de una chupaquina, natural de Huarisca con la cual tiene dos hijas. La más pequeña, de 9 años, sufrió un accidente y todavía está con descanso médico.

Es por ello que Papá Noel, tiene la necesidad de conseguir trabajo. Su hijo mayor lo adora, ya que Carlos, es muy querendón.

Hace muchos años, lo contrataban en los centros comerciales y eventos por la Navidad, donde era muy querido por su parecido casi idéntico al verdadero Papá Noel, ahora ya no es igual.

Aunque necesita ayuda, Carlos, aclara que no le gusta estar de pedigüeño y cuando sale a trabajar es su esposa Rocío, la que se encarga de su hija, que aún está en casa. Para contactos usa un celular antiguo con teclas.

LO ATIENDEN

En la clínica Confía Salud, la médico Erika Ramos le hizo un chequeo general a Papá Noel y dijo que sufre de hipertensión, para lo cual recibe medicación. Además, tiene artrosis en la rodilla. Ayer, le aplicaron medicina para controlar el dolor. Además, necesita de terapias de rehabilitación, ya que por la caída, necesita de un bastón para poder sostenerse.