En la autopista Chincha – Pisco, altura del kilómetro 186, se encontró restos humanos, que estaban sobre la pista y berma. Todo indicaría que se trata de una persona de sexo masculino, víctima de múltiple atropello, y que murió en este tramo del distrito de Tambo de Mora, sin encontrar ayuda. Se presume que se trate de Octavio Mancilla Mancha, quien se reportó como desaparecido desde el viernes último.
Los familiares de este hombre refieren que la comunicación se cortó aquel día y que recurrieron a la policía para colocar una nota de alerta por la desaparición. Pese a la incansable búsqueda que emprendieron por diversos sectores de Chincha y distritos, no se obtuvo información sobre su paradero. El único indicio era que fue visto desplazarse a pie por la red vial en sentido de sur a norte.
Los esfuerzos seguían sin dar resultados hasta que el domingo uno de los familiares recibe una comunicación de la policía. Se informó que el viernes en la noche se había hallado restos humanos en la autopista y que tras realizarse el levantamiento se procedió con el traslado hacia la morgue del distrito de Alto Larán. Para luego realizar el sepelio del cuerpo que estaba en calidad de no identificado.
Prueba de ADN
Los hijos, hermanas, sobrinas y demás personas que conocían a Octavio Mancilla se trasladaron hacia la zona donde se encontró parte del cadáver. Ellos, comenzaron a inspeccionar el área para encontrar respuestas. Y así fue. Hallaron más restos que eran arrastrados por los perros y que ni la policía, ni fiscalía pudieron notar. Se detalla la presencia de parte de una extremidad, que advertía una marca en el talón propia del desaparecido.
El dolor crecía cada vez más con las evidencias que encontraban. La familia debió de recoger los restos y realizar una excavación para la sepultura. En el lugar han colocado una cruz, con el nombre de Octavio Mancilla, conocido en la tercera cuadra de la calle Rosario como “Chivirico”. Asimismo, exigen al Ministerio Público que se agilice los exámenes de ADN para certificar que se trata de su cadáver.
Y no es todo lo que la familia de este hombre ha hecho. Pues, también han tocado la puerta de los vecinos cercanos al lugar del accidente. La versión recurrente es la de un peatón tratando de cruzar por este sendero, siendo impactado por un auto negro, cuyo conductor se da a la fuga. Otros dos vehículos que venían detrás arrollan el cuerpo que termina cercenado y esparcido por los perros en este tramo de la vía que vuelve a teñirse de sangre.