Ica: Extorsionadores lanzan explosivo y el fiscal archiva el caso

Otro explosivo fue detonado en Ica y la indignación de la ciudadanía ante la grave inseguridad es evidente. No solo explotó una dinamita frente a un negocio, sino también explotó la impotencia de los agraviados; víctimas de los extorsionadores que no saben a quién acudir ante la impunidad.

Enfrentar la inseguridad ciudadana es un tema pendiente, aunque el problema parece haber escapado de las manos de las autoridades y población civil. Los hechos lamentables de los últimos días ponen en vitrina la zozobra y vulnerabilidad a la que estamos expuestos.

El pasado 12 de setiembre, Héctor Alfredo Tipacti Trigoso (54), empresario y dueño del local Restaurante - bar A lo Justo, denunció ante la Depincri que era víctima de extorsión. Los delincuentes le hacían llamadas telefónicas, enviaban mensajes intimidantes y amenazas de muerte a él y a su familia.

Incluso en una de las llamadas le advirtieron lo siguiente: “"Aló, Alfredo, te llamo porque tu cabeza tiene precio, la tuya y la de tu familia; soy un sicario y vengo a hacer mi chamba, si no quieres que toque a tu hijo y a tu mujer, no pasa nada; el precio de tu cabeza es de 20 mil dólares, yo vengo y hago mi chamba y me quito a mi país”".

Atemorizado por las amenazas constantes, Alfredo denunció el caso esperando que la Policía y el Ministerio Público -como director de la investigación- procedan e identifiquen a los extorsionadores o sicarios.

Semanas después, la noche del último jueves (22:00 horas), lanzaron una dinamita en la puerta del conocido local del restaurante - bar “A lo justo”, ubicado en la Av. Túpac Amaru N° 14 .

Los propietarios se encontraban en el interior y temían por sus vidas. El fuerte explosivo destruyó sus equipos y la infraestructura de su casa. Las ondas expansivas también causaron daños en las viviendas de sus vecinos.

Después del atentado, agentes policiales de las diferentes unidades, como la Depincri, Emergencia y patrullaje, acudieron al lugar.

Los daños eran evidentes. El potente explosivo quebró los vidrios, ventanas, puertas y equipos electrodomésticos. La situación puso a la familia Tipacti en pánico.

La presencia policial después del hecho en nada ayudó. Los agentes de la Udex buscaban restos del fulminante para determinar de qué material explosivo se trataba, descartándose una granada como inicialmente se presumía por la magnitud de la explosión.

Indignante. Los propietarios de la casa, que esperaban la inmediata intervención de la Policía y la Fiscalía, recibieron, además del golpe delictivo, un impacto del Ministerio Público. Mientras amanecían con todo los daños sufridos, a tempranas horas de ayer les llegó una notificación del Ministerio Público que archivaba la denuncia por extorsión.

La denuncia formulada por Héctor Alfredo Tipacti Trigoso fue procesada y enviada por la Depincri al fiscal James Henry Castro Apolaya, de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ica. El magistrado emitió el achivamiento del caso el pasado 07 de octubre.

Los integrantes de la familia, amigos y vecinos mostraron su indignación ante la inoperancia del Ministerio Público y del fiscal James Henry Castro Apolaya, quien resolvió no formalizar investigación penal contra los autores del delito de extorsión contra Héctor Alfredo Tipacti Trigoso.

La decisión fue fundamentada por la falta de identificación de los denunciados. Al no conocerse a los extorsionadores no procedería la investigación; respuesta sin sustento que lamentan los agraviados.

"“El Ministerio Público tiene que investigar o derivar a la policía el levantamiento telefónico y la identificación de los extorsionadores para proceder con la investigación, pero fácil les resulta archivar para no trabajar"”, señalaba un familiar de los agraviados.

ASALTO. La delincuencia no tiene límites. En horas de la mañana de ayer, delincuentes asaltaron un gimnasio.

Minutos antes de las 07:00 horas, dos delincuentes armados ingresaron al gimnasio ubicado en la Av. Conde de Nieva y redujeron a la encargada. Se llevaron una laptop, además de equipos personales de la trabajadora.

También asaltaron a cada cliente y les saquearon sus prendas deportivas, zapatillas, mochilas, carteras, billeteras, equipos celulares, entre otras pertenencias. Los delincuentes se pasearon por todos los ambientes y se tomaron el tiempo necesario para apoderarse de cada pertenencia y luego salir y escapar sin obstáculos.

Para los empresarios de la zona, la inseguridad ya es un problema latente que debe ser abordado como emergencia.

Temen lo que les pueda pasar ante las extorsiones, amenazas, atentados y asaltos a diario.

IMPUNIDAD. Hace menos de un mes, dos explosiones dañaron las casas refugio en Parcona y el mismo día otro detonante fue lanzado en la casa de un ingeniero empresario en Conde de Nieva.

Días después, marcas asaltaron a un exparlamentario cuando salía de una empresa financiera.

El asalto al gimnasio, el atentado y extorsión al restaurante ‘A lo justo’ y las diversas modalidades delictivas evidencian que nos encontramos en peligro. La población exige la respuesta agresiva de la Policía y de la Fiscalía para combatir el hampa. Exige que cada uniformado se enfrente y que cada operador de justicia haga cumplir al ley en la lucha contra la impunidad.