Más de 300 personas fueron intervenidas esta madrugada cuando libaban licor y bailaban en una fiesta COVID-19 que se realizaba en una discoteca de la ciudad de Trujillo.
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La intervención se realizó al promediar las 3:30 de la mañana en la discoteca Maroma, que se ubica en la avenida Túpac Amaru, al costado del Cementerio General de Miraflores.
Agentes de la Policía Nacional del Perú con personal de Seguridad Ciudadana de Trujillo, Prefectura Regional de La Libertad y diversas áreas de la Municipalidad Provincial de Trujillo llegaron hasta la mencionada discoteca donde irresponsables ciudadanos fueron sorprendidos incumpliendo las normas dictadas por el Estado para frenar el avance del nuevo coronavirus (COVID-19).
“No estamos hablando de cualquier local, porque este local ha sido intervenido en muchas ocasiones. A simplemente vista se da cuenta que no se cumple con ningún estándar en el tema de protocolos de bioseguridad en el marco de la pandemia. Por lo tanto, este local sobrepasa de manera excesiva su aforo que está permitido por resolución ministerial de Salud, indicó Carolina Velasco, prefecta regional de La Libertad, en declaraciones para Enfoque Ciudadano.
Cantando y enviando saludos
“Feliz cumpleaños. Se me metió un vidrio al zapato”, así salió de la discoteca una joven con síntomas de haber libado licor.
Mientras que una ciudadana de nacionalidad venezolana envió besos a la cámara cuando era conducida al vehículo policial para ser trasladada a una comisaría para que se le aplique la respectiva multa.
Algunos covidiotas se resistieron a la intervención e incluso trataron de escapar por una puerta trasera del centro nocturno. La mayoría de los jóvenes no portaban su mascarilla que es de uso obligatorio y se encontraban aglomerados.
Cabe mencionar que, se necesitó dos portatropas y un bus de la USE para trasladar a los ciudadanos irresponsables hasta la Comisaría PNP Ayacucho.