Las recientes declaraciones del presidente de la República, Francisco Sagasti, respecto al reinicio de las clases presenciales no han sido ajenas al Suter (Sindicato Único de Trabajadores en la Educación de la Región) La Libertad. Su secretario regional, Leoncio Castro, asegura que solo volverán a las aulas si se vacuna a todo el magisterio y los centros educativos reúnen las condiciones de bioseguridad contra el COVID-19.
Si el ritmo de vacunación continúa como está, se podrá volver a clases presenciales en todo el país en enero del 2022, dijo el presidente días atrás. ¿Usted coincide con él?
Sabemos que la estrategia Aprendo en casa —plataforma educativa del Ministerio de Educación (Minedu)— realmente no tiene ningún efecto, pero también los organismos de salud saben que los colegios de todo el país no cumplen con las medidas de bioseguridad del caso. Estamos entonces en un dilema.
¿Se apresuró entonces el presidente de la República?
Es demagógico decir ahora que volveremos a las clases presenciales en enero del otro año. Además, vamos a pedir que el gobierno entrante declare en emergencia a la educación.
¿Cuántos años estima usted que la educación ha retrocedido en el país por la pandemia de COVID-19?
Hemos retrocedido, y mucho. Todos los estudios psicológicos, sociológicos y pedagógicos dicen que nada va a reemplazar la relación directa entre estudiante y maestro en el proceso de aprendizaje. Es cierto que la tecnología ayuda, pero el estudiante necesita socializarse para entender mejor. Van a tener que pasar por lo menos cinco años para poder recuperarnos. Los procesos educativos no se recuperan así nomás.
Pero hay docentes que defienden, ahora, la educación virtual.
Con el respeto que se merecen, estos educadores no defienden tanto la educación virtual, sino el modelo, en el que a ellos les aprobaron un proyecto y ahora se ven como los mejores maestros. Yo soy un maestro que ha tenido la oportunidad de enseñar en todos los niveles y le puedo asegurar que lo único que hemos hecho en los últimos años es copiar lo que nos han enviado. Los peruanos no hemos sido capaces de proponer nuestro propio modelo educativo.
¿Cuántos escolares se han visto afectados con la educación a distancia por la pandemia?
En el Perú tenemos casi nueve millones de estudiantes, pero la estrategia Aprendo en casa ha sido efectiva en menos del 30%; es decir, el 70% se ha visto afectado. Hay estudiantes que se reportaron una sola vez en clases y han sido aprobados de año. O sea, hablamos de estudiantes que prácticamente nunca han asistido a una clase y así cursan otro año.
¿Qué le ha faltado al Ejecutivo para que esta estrategia funcione mejor?
No es posible que solo el 10% de tabletas se haya entregado. Además, faltó conectividad o es pésima, no hubo equipamiento y se está haciendo un experimento burdo.
Pedro Castillo es un profesor muy ligado a su sindicato. De ser proclamado presidente, ¿cómo van a mantener ustedes su independencia?
No vamos a perder nuestra independencia sindical. El profesor Pedro Castillo Terrones ha salido de nuestras canteras, pero, como le digo, seguiremos defendiendo los derechos de los profesores del país. Le aseguro que vamos a mantener nuestra línea sindical clasista. Nosotros no podemos ser furgón de cola de ningún partido o movimiento político.
La Región viene vacunando a miles de maestros rurales, pero en los últimos días se han denunciado presuntas irregularidades. ¿También deben vacunarse maestros del sector privado?
La Región y el Gobierno [Central] saben muy bien que si quieren que regresemos a las clases presenciales, exigimos que se nos cumplan dos requisitos: que ningún maestro se quede sin sus dos vacunas y que todos los colegios reúnan las condiciones de bioseguridad.
¿Hay ese compromiso de la Región?
Sí, pero tampoco puedo dejar de comentarle mi extrañeza con respecto a la conducta del gobernador (Manuel Llempén). Hemos intentado reunirnos con él para conversar sobre los problemas que acusa la educación en la región, pero hasta ahora ha sido incapaz de atendernos, pese a que su líder (César Acuña) dice que la educación está primero.