Las edificaciones en Trujillo son bombas de tiempo
Las edificaciones en Trujillo son bombas de tiempo

El boom inmobiliario en  ha generado que muchas edificaciones incumplan con las reglas básicas para su construcción. La comuna de Trujillo, de acuerdo con las inspecciones realizadas alrededor del casco urbano de la ciudad, ha podido identificar edificaciones sin licencias que podrían generar un gran riesgo ante un eventual desastre natural.

Según el gerente de Desarrollo Urbano, Ernesto Villanueva, existe una preocupación sobre algunas viviendas que incumplen con solicitar su licencia de construcción, esto pese a que las multas son altas.

PELIGRO. Uno de los problemas que enfrentaría la ciudad de Trujillo es que de acuerdo al tipo de construcción, la urbanización Monserrate sería una bomba de tiempo ante un sismo de gran magnitud.

La estrechez de su calles, sumado a la invasión de espacios públicos, no permitirían a la población de dicha zona una evacuación eficaz. Asimismo, muchas de las viviendas han crecido verticalmente, desafiando así las normas de construcción y sin la autorización municipal.

Después de esta urbanización le siguen La Noria, Rázuri, Chimú y Los Pinos, como las zonas de mayor riesgo en la ciudad.

Villanueva indicó que cerca del 75 por ciento de las edificaciones en Trujillo (distrito) “son por autoconstrucción”. “El mismo propietario contrata al maestro de obra y al personal. El propietario dirige la obra o contrata a un ingeniero, que eventualmente visita la obra, pero esas construcciones nunca tuvieron una licencia”, precisó.

MODALIDADES. Existen cuatro modalidades de licencias. La primera es de forma automática, el cual al solicitarla y tras la inspección correspondiente se puede empezar a construir. En el caso de segunda modalidad se puede construir hasta cinco pisos. La tercera permite la construcción de más de cinco pisos y la última permite las revisiones urbanas.

Uno de los problemas que advierte el gerente de Desarrollo Urbano es la poca fiscalización municipal de las construcciones durante todo el proceso de edificación que se ha dado en nuestra ciudad en las gestiones anteriores. “Trujillo, en los último 30 y 40 años, se ha construido informalmente”, dijo.

OPINIÓN. Por su parte, el decano del Colegio de Arquitectos, Juan José Alcázar Flores, indicó que la autocontrucción es producto de la necesidad de gran parte de la población, puntualmente en los sectores de menos recursos, que buscan una solución a su problema habitacional.

Dijo que en la provincia de Trujillo, por los menos el 60 por ciento de las edificaciones es por autocontrucción, lo que constituye un peligro latente ante un sismo o un fenómeno “hidrometeorológico”.

Asimismo, dentro del casco urbano han observado que se vienen realizando ampliaciones en el número de pisos en las edificaciones sin el respectivo expediente técnico, lo que se convierte en un gran peligro ante un sismo (a mayor altura, mayor peligro).

En el caso de las zonas eriazas periféricas a la ciudad, se han encontrado edificaciones que se ubican en zonas de riesgo, donde las superficies han sido niveladas sin utilizar las técnicas adecuadas y sin ningún asesoramiento para su construcción. 

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