Para empezar, la salida de Castillo significaría que Dina Boluarte asume el cargo de presidenta. No sé si los más entusiastas con la vacancia lo han pensado, pero ella se convertiría en la primera mujer que asume el sillón de Pizarro. ¿Se quedarán conformes con la señora Boluarte en Palacio? No lo creo, en absoluto.
Para empezar, la salida de Castillo significaría que Dina Boluarte asume el cargo de presidenta. No sé si los más entusiastas con la vacancia lo han pensado, pero ella se convertiría en la primera mujer que asume el sillón de Pizarro. ¿Se quedarán conformes con la señora Boluarte en Palacio? No lo creo, en absoluto.

Me gustaría preguntarles a los congresistas liberteños que desde el primer día quieren finiquitar la vacancia de Pedro Castillo (porque sí, Diego Bazán, Víctor Flores y Juan Burgos piensan en eso desde el primer día en que pisaron el hemiciclo, dejémonos de hipocresías) cuál es el plan una vez producida esta. Si llegasen hoy a concretar la destitución de Castillo por esta vía dudosa y distorsionada en términos constitucionales, ¿qué tocaría después? ¿Qué les hace pensar que el problema de crisis política encontrará inmediata y milagrosa solución?

Para empezar, la salida de Castillo significaría que Dina Boluarte asume el cargo de presidenta. No sé si los más entusiastas con la vacancia lo han pensado, pero ella se convertiría en la primera mujer que asume el sillón de Pizarro. ¿Se quedarán conformes con la señora Boluarte en Palacio? No lo creo, en absoluto. Eso quiere decir que entraríamos en una nueva etapa de crisis política de proporciones inimaginables. No sabemos con quiénes se aliaría la hoy vicepresidenta, si atizaría aún más el fuego del radicalismo o se correría al centro enardeciendo a los sectores extremistas de ambos lados del candelero. Es una incertidumbre y, sinceramente, no vemos que ella pueda hacer algo mejor de lo que ahora vemos.

¿O están esperando que ella renuncie y se vaya con Castillo? ¿Confían en eso, sinceramente?

Y si ella es posteriormente vacada también, después de otra guerra política, después de otro periodo de inestabilidad, asume la presidenta del Congreso y tendría que convocar a nuevas elecciones en 6 meses. ¿En serio creen que ahora sí el país elegirá bien? Yo más bien veo un escenario en que lo irracional y la sangre en el ojo pueden traer aún más caos. Nada garantiza que será mejor a este presente.

Y sin embargo, puede que la necesidad de una vacancia se imponga en algún momento, o la renuncia ante una situación ingobernable. Si están esas posibilidades latentes, ¿por qué este Congreso no piensa en el día después? Podrían estar buscando reformas políticas urgentes para preparar el camino y salir del atolladero, de este círculo vicioso. ¿Por qué no pensamos como adultos y dejamos ese ímpetu adolescente de mandar todo al carajo sin pensar en el día después?

Después de Bazán y Burgos (Avanza País), y el fujimorista Flores, entiendo que los dos parlamentarios de APP aún no tienen decidido su voto sobre la vacancia. Carlos Alva, de Acción Popular, tampoco (aunque me atrevería a decir que no apoyará la vacancia). Roberto Kamiche no votaría por licencia por salud. Vamos a ver cómo actúan hoy los congresistas liberteños.

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