Hoy cumplimos 11 años y nos han dicho de todo, pero no han sido muchos. Nos han leído desde el 19 de febrero de 2004, pero a veces nos niegan. Han roto nuestras páginas, después de echarnos una ojeada. Nos han echado a la basura, no sin antes tenernos sobre su mesa o escritorio. Nos han felicitado, pero criticado cuando los mencionamos. Gustar o no es parte de la democracia en que vivimos, pero somos respetuosos y felices de hacer lo que nos gusta: periodismo. Así nace Correo La Libertad.

Por aquella época, La Libertad tenía en Homero Burgos Oliveros a su primer presidente regional elegido por el voto popular; mientras de la alcaldía de Trujillo era dueño José Murgia Zannier, en su penúltimo periodo como autoridad municipal. Correo abría ese nuevo quiosco que le faltaba a la región, donde cada mañana los ciudadanos comenzaron a hacer una parada obligatoria para informarse del acontecer local.

Las acuciosas investigaciones de Correo y sus afilados titulares en portadas impactantes fueron determinantes para que el entonces rector de la Universidad Nacional de Trujillo, Huber Rodríguez Nomura, diera un paso al costado tras la culminación de una mesa de diálogo, con congresistas y autoridades locales, instalada en el Arzobispado. Ciento tres días antes, la ciudad universitaria había sido tomada por un grupo de alumnos, exalumnos y catedráticos que calificaban de corrupta a la gestión.

Al año siguiente se produjo la batalla más dura que libró Correo en su lucha contra el abuso del poder y en defensa de la libertad de expresión. Una guerra judicial que duró cerca de cuatro años, con más de una decena de querellas contra los periodistas y que tenía como denunciantes a nada menos que el presidente del Poder Judicial, Walter Vásquez Vejarano, sus sobrinos Coco y Tula Benites Vásquez, además de su sobrino político, el fiscal Fermín Caro Rodríguez. Todos contra el Diario, pero nunca se apoderó el silencio de nuestras páginas.

Los tiempos han cambiado, pero las investigaciones periodísticas no han tenido feriado que las detengan. Son 11 años al servicio de los liberteños, con abrazos y rechazos, con cariños y maltratos, con aplausos y cabes, con miradas y desprecios, con felicidad y amargura, pero siempre como referentes del buen periodismo que puede haber en esta región. Gracias a nuestros lectores y detractores seguiremos superándonos cada día por llevarles la información real, guste o no. Estamos frente a ustedes y los queremos a todos. 

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