El manejo de los recursos de la Beneficencia Pública de Trujillo ha desatado una serie de denuncias que han terminado con la destitución de hasta dos gerentes en menos de un año. La Contraloría instaló un grupo de trabajo y se propuso revisar los contratos firmados por el alquiler de predios y la “escandalosa” concesión del cementerio Mampuesto a favor de la empresa Jardines de la Paz por 30 años.
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Mala gestión
El nuevo presidente del Directorio de la Beneficencia de Trujillo, Gerardo Flores Solis, reconoció que encontró una institución “desordenada”. Además, precisó que los recientes cambios en la gerencia general también se dieron por una decisión del alcalde José Ruiz Vega.
“La semana anterior el gerente general ha hecho la exposición pendiente ante el pleno del Directorio sobre la situación real de la Beneficencia. Hay muchos puntos y falencias que ha tenido la institución y estamos trabajando para mejorar en estos meses de gestión que nos quedan y dejar cimentadas las bases, para que quienes nos reemplacen encuentren una gestión mucho más ordenada”, indicó.
Flores, incluso, tiene toda la confianza del alcalde de Trujillo, José Ruiz, a quien apoyó durante la última campaña electoral. Sin embargo, mencionó que durante los próximos dos meses que permanecerá en el cargo le dará todas las facilidades a la Contraloría General de la República y al Ministerio Público.
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“Lo que nos corresponde como presidencia y directorio en pleno es alcanzar toda la información correspondiente a las instituciones como la Contraloría, Fiscalía, Ministerio de la Mujer y a la Procuraduría, que se encarga de la defensa legal de todos los temas de interés de la Beneficencia”, añadió.
Gerardo Flores llegó a ocupar el cargo dejado por Favio Velazco, quien también es hombre de confianza de José Ruiz, y salió tras la concesión del cementerio Mampuesto.