De todos los candidatos que se postulan a la Alcaldía de Trujillo, hay uno que ya ha ocupado el mismo sillón edil: Martín Sifuentes Palacios. El abogado asumió el cargo en 2006, en reemplazo de José Murgia Zannier, quien meses después se convertiría en presidente del Gobierno Regional de La Libertad.
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Haciendo un poco de memoria, usted es el último alcalde aprista que ha tenido Trujillo.
Sí, tengo ese triste título. Voy a ser el alcalde que recupere Trujillo para el Apra [risas].
¿Por qué es triste?
Porque a la luz de los resultados vemos cómo ha quedado la ciudad.
Precisamente, desde 2007, excepto en el periodo 2015-2018, la ciudad solo ha sido gobernada por un solo partido político: APP.
Y yo puedo comparar lo que dejamos con lo que hay. Nosotros dejamos 1,200 trabajadores, ahora hay 4,200. De nuestro presupuesto destinábamos el 70% para obras y el 30% para gastos corrientes. Ahora, esa partida de Foncomun llegó en el año 2021 a 63 millones [de soles], 90% para gastos corrientes y 10% para obras. Uno, a partir de esas cifras, se da cuenta de por qué la ciudad está como está. Nosotros manejamos la ciudad con menos recursos y menos gente, y no la teníamos así. Había deficiencias, limitaciones, pero no los escándalos y los manejos subalternos que hoy vemos.
Usted retorna a la esfera política después de once años. La última vez que se había postulado a un cargo de elección popular fue en 2011, para el Congreso. ¿A qué se dedicó Martín Sifuentes ese tiempo?
Fundé una empresa y el mercado me empujó al tema de la construcción. Recalé en el VRAE, en la provincia de Huanta, que es la tierra de mi esposa, de mi primer hijo. Estuve allá en la época del terrorismo, desarollando el tema de la vivienda social con el programa Techo Propio. A eso me he dedicado en los últimos ocho o diez años.
¿Y qué le anima a reaparecer en el escenario político?
La preocupación por el país, por el futuro de mis hijos. Estamos frente a una amenaza de un gobierno cercano a Venezuela y el estado de la ciudad es deplorable. El desastre que vive Trujillo es generalizado, hay un caos total, un abandono. La infraestructura material, llámese pistas, veredas, está en ruinas. Tampoco tenemos áreas verdes y ese signo distintivo de capital de la cultura que teníamos ya no está. A eso súmale, lamentablemente, el baldón de un alcalde vacado por un acto de corrupción y una gestión atravesada por escándalos de corrupción.
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¿Cómo llega la invitación de Trabajo Más Trabajo?
Algunos meses atrás, incluso antes de la pandemia, veía que el partido –por el Apra– no iba a pasar la valla electoral y que por lo tanto no iba a poder participar en estas elecciones municipales y regionales. Luego, tuve una reunión preliminar con Elías Rodríguez.
¿Usted es amigo de él?
Sí, por supuesto, es mi compañero.Vimos la necesidad de tener una plataforma que nos posibilite enfrentar a quien ha venido gobernando y dirigiendo los destinos de la región y de las principales ciudades de Trujillo en los últimos años. Me refiero a esa empresa política que es Alianza para el Progreso (APP).
Pero dicen que Elías Rodríguez es amigo de César Acuña.
Sí, pero una cosa es el tema amical y otra el político. Tampoco es una afrenta a la memoria de Haya de la Torre participar en esta plataforma política llamada Trabajo Más Trabajo.
Usted en su campaña está prometiendo reconstruir Trujillo. ¿Cuántos kilómetros lineales de pista necesitan ser mejorados?
Hemos hecho un cálculo de unos 10 millones de metros cuadrados de pistas. Lo que nosotros planteamos es hacer un diagnóstico. Eso nos va a permitir saber de qué manera intervenir. Lo que también plantetamos es un liderazgo con legitimidad moral, en donde la decencia, la honradez y la integridad sean las características, un paradigma para los ciudadanos.
Elías fue expulsado del Apra.
Se ha construido una teoría conspirativa de que Elías Rodríguez habría hecho todos los esfuerzos para que el partido [aprista] no se inscriba. Eso es absolutamente falso. Lo conozco de cerca.
¿Cuál sería su obra emblemática?
Reconstruir Trujillo.
¿Tiene alguna denuncia en su contra?
Ninguna que me vincule a temas de corrupción. He sido funcionario del Estado y como tal estamos expuestos a eso. Tengo cierta comodidad económica gracias a mi esfuerzo y al de mi esposa.
¿Quién o quiénes financian su campaña?
Amigos, mi persona...Es una campaña dura y esperamos que la gente no se deje seducir por un polito, por una libretita. No tenemos plata como cancha y somos conscientes de que la única manera de llegar a la gente es escuchándola.
Un candidato [Arturo Fernández] lo calificó como un NN.
Soy un hombre de fe y este joven lo que ha hecho es sobresaltar la carne. Un político tiene que tener principios y uno de los valores más importantes es el respeto hacia el otro.
Enfrenta también a Carlos Calderón, otro exmilitante aprista.
Somos miembros de la misma iglesia (Avanzada Católica). Somos adversarios temporales. Pasado esto debe predominar nuestra amistad.
¿Cree usted que Trujillo no ha sabido reaccionar tras la sentencia a Daniel Marcelo por corrupción?
Probablemente, pero yo más responsabilidad le doy a los órganos de control, a la Policía Nacional. Él, Carlos Vásquez y Roger Quispe, todos de APP, están prófugos de la justicia y no responden por sus actos desde hace meses. Ya es hora, entonces, de que el pueblo despierte, de que salga de esta situación, de optar por una alternativa que verdaderamente quiere un cambio responsable.
Usted también ha prometido promover un patrullaje integrado con la Policía Nacional, pero esa estrategia ya se desarrolla.
Existe a medias. Lo que ofrecemos es un serenazgo al servicio de la Policía. Ese es nuestro gran reto, además de lanzar un aplicativo de denuncia fácil y elaborar un mapa de la delincuencia.