Escrito por: Alan Benites
Manuel Merino, presidente de la República interino tras la vacancia de Martín Vizcarra, dimitió ayer a su cargo seis días después de haber juramentado. El acciopopulista renunció tras verse cercado por las protestas y perder el apoyo del Congreso por la muerte de dos jóvenes durante las manifestaciones en rechazo a que asumiera como mandatario. Al cierre de esta edición, el Parlamento no elegía a su sucesor.
PROCESO. Ayer, desde las 4 de la tarde, el Congreso sesionó y acordó aceptar la renuncia de Merino. Luego, se debatió la dimisión de la Mesa Directiva, presidida por Luis Valdez e integrada por Guillermo Aliaga y María Cabrera. Por ello, se convocó a sesión para reemplazarlos a las 8:30 de la noche.
La única lista que se presentó para reemplazarlos estuvo integrada por Rocío Silva Santisteban (presidente), Francisco Sagasti (primer vicepresidente), Luis Roel (segundo vicepresidente) y Yessica Apaza (tercer vicepresidente).
Sin embargo, en la votación, obtuvo 42 votos a favor, 52 en contra y 25 abstenciones. De haber resultado elegida, Silva Santisteban hubiera asumido la presidencia del país; pero al no alcanzarles los votos, cerca de las 10 de la noche, se convocó a Junta de Portavoces para decidir el futuro de esos cargos.
CUESTIONADOS. Antes de que Manuel Merino y Luis Valdez renuncien, autoridades liberteñas los consideraron “responsables políticos” de la muerte de los jóvenes.
Entre los críticos están el gobernador de La Libertad, Manuel Llempén, el alcalde de La Esperanza, Martín Namay, y el burgomaestre de Florencia de Mora, Hermes Cabezas.
Llempén lamentó, a través de un pronunciamiento, que “los graves acontecimientos políticos que está viviendo el país en estos momentos” hayan “llevado al trágico fallecimiento de jóvenes ciudadanos que ejercían su derecho de protesta”. Agregó que esta situación “ha desbordado los márgenes de la sensatez y conscientes de la responsabilidad política que ha recaído en los líderes del Congreso y del Ejecutivo, demandamos la inmediata renuncia del presidente Manuel Merino y del encargado del Congreso, Luis Valdez”.
Namay, en tanto, dijo que “esta grave situación ha rebasado la línea de respeto de los derechos humanos y la ciudadanía como fuente de poder en toda nación, siendo responsables los líderes políticos actuales”.
Cabezas, por su parte, pidió que los “graves hechos de fallecidos y heridos no queden impunes”.
El vacado mandatario Martín Vizcarra también se sumó a los cuestionamientos. Él aseguró que la salida de Merino es “solo un paso para recuperar la democracia en el país”. “Ha salido un dictadorzuelo de Palacio”, señaló.
Sobre Valdez dijo que le “extrañaba su enorme cinismo”. “Yo estoy inmerso en un proceso de investigación, en donde no hay absolutamente nada probado, las justificaciones que ha tomado el Congreso lo ha tomado como pretexto, porque lo que había atrás es una componenda”, indicó.
MEA CULPA. El congresista Lenin Bazán, que votó a favor de la vacancia de Vizcarra, por su parte, aceptó que se equivocó al apoyar su salida.
“Fui uno de los que apoyó la moción de vacancia del expresidente Martín Vizcarra y, con humildad y entereza, asumo mi responsabilidad. Mi voto a favor de la vacancia estuvo motivado por mi convicción principista de luchar contra la corrupción, caiga quien caiga y venga de donde venga. Admito, autocríticamente, que no preví las consecuencias de la decisión equívoca que asumí”, afirmó.
También reconoció el derecho a las protestas y lamentó las muertes. “Expresarnos es un derecho, no una condena de muerte”, acotó.
EN LAS CALLES. En tanto, las protestas en contra de Merino continuaron ayer, pese a su renuncia. Cientos de personas se concentraron desde las 5 de la tarde de ayer en la Plazuela El Recreo para pedir justicia por la muerte de Inti Sotelo Camargo y Jack Pintado Sánchez.
Ellos, portando carteles y banderolas, recorrieron las principales calles de la ciudad exigiendo, además, que se ubique a las más de 40 personas desaparecidas durante las protestas que se dan a nivel nacional.
Los manifestantes, durante su marcha, entonaron el himno nacional y lanzaron cánticos en rechazo al Congreso. También la emprendieron en contra de César Acuña, líder de Alianza para el Progreso, a quien critican por el apoyo que dio su partido a la vacancia de Martín Vizcarra.
La protesta culminó en la Plaza de Armas de Trujillo, en donde se dio un minuto de silencio y se realizó una vigilia por las muertes.