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“El llanto de un pueblo no se escuchaba y el mar, cual cómplice no dejaba oír sus lamentos y el ruido de las olas acallaba sus gemidos y la brisa confundida con sus lágrimas, con su sabor salado y humedad, humedad salitrosa que corroe sus calles y deja ver un pueblo en el olvido”, son las coplas de la composición de “El Clamor de un Pueblo” que escribió César Pinillos Pérez, viejo poeta bonaerense, y que parece resumir lo que viven los pobladores de Buenos Aires Sur.

“Las autoridades ya no se acuerdan de nosotros. Al único que hemos visto venir y estar presente en los trabajos del enrocado es Roger Torres (gerente regional de Defensa Nacional). El enrocado no sirve para nada, las aguas del mar lo están carcomiendo”, nos dice Ruth Medina, quien vive en la zona más afectada de Buenos Aires por los fuertes oleajes anómalos.

DRAMA. Tranquilidad es algo que hoy los pobladores de Buenos Aires no conocen. Afectados por el oleaje viven día y noche tratando de salvar sus casas y sus vidas. Y su tormento parece no tener fin.

“Lo he perdido todo, se cayeron las paredes y techos de mi casa. Estamos golpeados, pero no afectados. No podemos ni dormir, porque en la madrugada se siente con más fuerza el golpe de las olas. Pedimos a las autoridades la reubicación, pero en un lugar que tengamos todo y no en un cerro como quieren darnos”, nos dice María Juanita Morales Salazar.

Ayer las olas de hasta tres metros golpeaban y removían el enrocado que poco a poco va perdiendo fuerza ante la furia del mar.

Los pobladores de la avenida Manuel Seoane y de la calle Colón esperan ser reubicados, ya que no pueden vivir tranquilos.

PROBÓ LA FURIA. El subgerente regional de Defensa Civil, César Florez Corbera, llegó para inspeccionar los trabajos de enrocado y se llevó un sustos al ser revolcado por una inmensa ola.

“Estamos visitando casa por casa y si estamos mojados es porque estamos en los lugares de los hechos. Tenemos los pantalones bien puestos y la región está presente apoyando. Una ola inmensa nos sorprendió, pero es parte de nuestro trabajo”, señaló.

Florez destacó que esperan reubicar a los pobladores más afectados en otro lugar más seguro.

“La única solución es reubicar a los pobladores y tienen que ir a un lugar donde tenga todos sus servicios básicos y todas las condiciones para vivir”, sentenció.