¿Por qué ganó APP? Cuatro factores podrían explicarlo
¿Por qué ganó APP? Cuatro factores podrían explicarlo

La noche del domingo 7, cuando ya la jornada expiraba, cerca a las 11 de la noche, un chofer de taxi lanzó la pregunta que dio pie a este análisis: “¿Es cierto que Acuña ha ganado en casi todos lados?”.

Nótese que el taxista no mencionó a Daniel Marcelo, ni a Manuel Llempén, ni a Alianza Para el Progreso. Dijo Acuña, a secas. Como si el líder apepista siguiera siendo candidato, o como si los votos a sus candidatos fueran hechos en su nombre.

Los resultados a favor de APP tanto en la provincia de Trujillo como en el Gobierno Regional de La Libertad son un hecho histórico para el partido de Acuña, pues nunca antes había podido ganar los cargos de elección más poderosos de La Libertad. Ni siquiera cuando el mismo César Acuña fue candidato ocurrió eso. Esta vez, sin la cara de líder apepista en la cartilla de votación, aunque sí en las propagandas y en el ideario, lo hicieron.

FACTOR ACUÑA. Sin embargo, luego de la elección que lo alzó como el nuevo alcalde de Trujillo, Daniel Marcelo admitió que en su triunfo y en el de Manuel Llempén mucho tuvo que ver Acuña. “Ha sido importante su presencia en la campaña, porque aquí en Trujillo había personas que no nos conocían, pero el recuerdo de la gestión de César Acuña y su arrastre como político nos ayudó a crecer entre la gente”, manifestó.

El mismo Marcelo ha anotado que el fenómeno de arrastre de Acuña y APP, como en el año 2006 (aunque con menos contundencia), logró que algunos apepistas cuyo triunfo estaba en duda terminaran ganando.

LA “E”. Pero el factor Elidio también hizo lo suyo. El descontento de la gente con respecto a la gestión municipal que ya culmina en algo más de dos meses es tan latente que se ha dejado ver en los resultados de las recientes elecciones.

Raúl Rodríguez Marcelo, el candidato a la alcaldía por el Movimiento Regional para el Desarrollo con Seguridad y Honradez (MRDSH), que lidera Elidio Espinoza, apenas obtuvo 3,518 votos, menos del 1%. Mientras que el candidato al gobierno regional, Julio Miyamoto, logró sacar 6,835 votos, también menos del 1%.

Cifras muy pobres para la organización de la máxima autoridad en la provincia de Trujillo que se traduce en ausencia de liderazgo y nula capacidad de endose, pero además, en descontento generalizado. Como ya lo han apuntado algunos políticos locales, la gestión de Elidio Espinoza hizo que muchos trujillanos recordaran con nostalgia a Acuña, con sus defectos y virtudes.

EL APRA. Hace apenas unos meses atrás, muchos coincidían en que el Apra tenía chances reales de recuperar la alcaldía de Trujillo. En el gobierno regional las cosas no estaban muy claras, pero en la elección municipal el asunto era otro. Luis Carlos Santa María, el desgaste apepista y la maquinaria de “los Rodríguez” (el congresista Elías Rodríguez y el alcalde porvenireño Paúl Rodríguez) parecían acercar a la estrella a su retorno triunfal al sillón municipal.

Sin embargo, otra vez la división triunfó dentro de la Casa del Pueblo. “Los Rodríguez” entraron en discordia y la maquinaria se partió. Santa María, necesitado de una fuerza que le sirva de soporte, no pudo imponerse pese a su perfil de candidato “positivo”. Hace meses, APP le temía y esperaba que no vaya como candidato. Pero la tacha y las idas y vueltas dentro del Apra terminaron por diezmarlo.

A las finales, Santa María no pudo mejorar lo obtenido en 2014, cuando quedó tercero, pero con unos puntos porcentuales más. Los líos internos del Apra también permitieron que APP gane la elección.

ATOMIZACIÓN. Cuando en una elección se presentan entre 17 y 18 candidaturas, son los partidos más fuertes, los candidatos favoritos, los beneficiados. El voto se divide y las preferencias se reparten tanto que el llamado “voto alternativo” se pierde confundido entre nombres diversos.

No son pocos los que advierten que ante la maquinaria apepista no se puede competir con individualidades. Hizo falta un frente en el que cedan los individualismos. Cosa, por supuesto, complicada a estas alturas.

Si el Apra se divide, y en la provincia tuvo candidatos de su seno con nuevos rótulos (Arias, Taboada y Sachún); si el resto de movimientos con más o menos seguidores se atomizan, el resultado esperable es que el de arriba, aun pese a estar por debajo de la mitad de las preferencias, llegue a ganar. Además, el marketing político exige recordación, marca posicionada. Y la “A” lleva mucha ventaja en ese aspecto. 

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