Joven de Alto Trujillo ahora cumple sus metas en las aulas de la UPAO. Estudia Ingeniería Industrial y busca que más estudiantes no se desanimen en este difícil camino hacia el éxito.
Joven de Alto Trujillo ahora cumple sus metas en las aulas de la UPAO. Estudia Ingeniería Industrial y busca que más estudiantes no se desanimen en este difícil camino hacia el éxito.

En el Centro Poblado , jurisdicción de El Porvenir, en el arenal, vive Heidy Priscila Mariños Roldan. Cuando nació le dieron un día y medio de esperanza de vida.

“Estaba más para allá que acá”, dice sobre la proeza de haber llegado a sus 20 años de edad, fortalecida por la constante lucha que ella y su familia han realizado por su salud y su educación.

Leer mucho la rescató de sus batallas, la invitó a soñar y la motivó a seguir avanzando. Es así que su pasión por la lectura y los estudios la preparó desde el colegio para ganar la Beca 18 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, con la que estudia Ingeniería Industrial desde el 2018.

“Tienes que seguir estudiando mucho. Tienes que estar entre los primeros puestos para ganar la beca. Tú eres nuestra esperanza”, le decía su mamá Charito Roldan Sebastián antes de que ganara Beca 18.

Cuando estaba por terminar la educación secundaria, su papá enfermó, lo que hizo imposible para su familia costear sus estudios superiores.

“La Beca 18 del Pronabec representa para mí y para mi familia una bendición”, asegura la hoy estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad Privada Antenor Orrego.

Ella y su familia viven en el Centro Poblado Alto Trujillo, donde las necesidades son muchas, pero las ganas de superación son infinitas y suficientes para convertir los sueños en realidad como lo viene haciendo Priscila, la mayor de cuatro hermanos. De niña, por cuidados de su salud, no podía salir a la calle. Su único refugio fueron los libros.

“Yo jugaba a ver quién leía más rápido, quién entendía el tema. Llega un punto en el que de tanto leer te preguntas: ‘¿qué más hay?’. Y como ya no tenía otros libros, empecé a inventarme las historias que me hacían falta”, cuenta la joven.

ESCRITORA

La primera historia de ficción que Priscila creó fue sobre un monstruo debajo de la cama. Era para una tarea escolar. Una maestra descubrió en ella su talento para escribir. Fue en 2014, cuando tenía 14 años, que se unió a Wattpad en la búsqueda por leer en internet los libros que no se podía comprar y seguir inventando historias.

“En esa época todavía no muchos conocían esta plataforma en Perú, fui una de las primeras y en 2019 empecé a publicar”, cuenta.

A Priscila la pueden buscar en , su usuario es @PriscilaMarios5, donde ya cuenta con 30 obras publicadas. Casi todos sus trabajos son adaptaciones de textos de ficción; en específico se trata de funfic o ficciones de fans, que ella ha escrito para grupos grandes de lectores, como la comunidad k-pop. En 2020 dio un paso más y escribió su primera historia original llamada “Loogaroo”. Aquí, una heroína busca venganza en un mundo dominado por virus y seres perversos. Destaca su habilidad para colocar al lector en un escenario de acción donde los personajes cobran vida con intensas motivaciones; además del uso muy efectivo de los diálogos, que nos hacen sentir que estamos ante personas reales.

“Escribir para mí es un pasatiempo. Quizás más adelante sí pueda ser un trabajo. El mundo de la lectura es muy amplio”, explica la joven. Y agrega: “Leer te permite ser parte de otro mundo. Puedes ver la realidad a través de los ojos de los personajes. En los libros hay experiencias que tú puedes aprender. En momentos muy difíciles los personajes de ficción me acompañaban. Yo me decía a mí misma: ‘si ellos pueden, yo también puedo’”.

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