Carlos Burgos ha sido presidente de la Cámara de Comercio  y Producción de Lambayeque, y candidato al Municipio Provincial de Chiclayo.
Carlos Burgos ha sido presidente de la Cámara de Comercio  y Producción de Lambayeque, y candidato al Municipio Provincial de Chiclayo.

El decano del Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) Consejo Departamental de Lambayeque diálogo con Correo sobre la situación de las obras ejecutadas en y JLO. El panorama no pinta bien.

¿Qué es lo que está mal en las obras que se ejecutan en Chiclayo y José Leonardo Ortiz (JLO)? El problema empieza desde los términos de referencia, los expedientes técnicos son copia y pega. Por ese motivo el Colegio de Ingenieros de Lambayeque ha propuesto al Consejo Nacional un proyecto para que los municipios sometan sus expedientes de obras a la evaluación previa, que podrá ser realizada por los colegios profesionales o las facultades de Ingeniera de las universidades en proyectos de menos de S/ 20 millones de presupuesto.

¿Cuál es el objetivo de la iniciativa? El objetivo es que la propuesta se convierta en ley, que el Congreso de la República promulgue este aporte del Colegio de Ingenieros. El Consejo Departamental de Lambayeque ha recogido los alcances de otras regiones y se hará un documento, que esperamos ingrese en diciembre. Con ello buscamos prevenir obras inconclusas o mal ejecutadas, que las autoridades tengan en cuenta la opinión de los técnicos, de lo contrario que asuman las consecuencias. También se considerará sobre las malas prácticas, para que los colegas no respalden proyectos mal formulados.

¿Cree que el municipio de Chiclayo logrará terminar este año las obras en las urbanizaciones Santa Victoria o San Eduardo? No es que sea pesimista, porque hacer trabajos en varios frentes con el riesgo de no contar con empresas calificadas, no es saludable ni posible que tengan solución en cuatro meses. Hay que ver el nivel sanitario y el de infraestructura, y ahora esas zonas presentan colapsos y aniegos, cuando antes no se veía eso. Mi opinión parte de las evaluaciones que hemos realizado como ente técnico.

¿Y de quién es la responsabilidad por este daño? La responsabilidad es compartida, desde los funcionarios municipales, alcaldes y de los ministerios. También debo decir que hace falta ser más rigurosos con los colegas ingenieros, que ya basta de actuar bajo presión o por consignas ajenas y permitir que salgan a licitación proyectos que, como tienen el expediente mal diseñado,  presentarán problemas más adelante.

Le preguntaba por la responsabilidad porque las obras podrían terminar costándole más al Estado, ¿o no sería así? Claro, porque rehacer un expediente técnico es ejecutar estudios geológicos de suelos. El riesgo es que se tengan que hacer nuevamente. Si hay aspectos que no se han contemplado, eso traerá un dolor de cabeza para la nueva gestión.

¿Entonces se puede indicar que estos proyectos, que salen en el último año y a medio camino de las elecciones, esconden una preocupante falta de criterio? Lo que sucede se presta a varias interpretaciones, por un lado pagar favores y en eso hay un problema. Por eso la propuesta del Colegio Profesional de Ingenieros busca asegurar la participación de la academia para un accionar responsable. Además, la evaluación no conllevaría tanto tiempo, pues solo se trata de ver las irregularidades e informar a los alcaldes, gobernadores regionales, etc.

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¿Lo  mejor hubiera sido que no se haga nada? Así es, aunque parezca broma. Si vas a gestionar algo para que termine mal, lo mejor hubiera sido no meterse. Durante 20 años se han invertido más S/ 100 millones para obras en la región, pero no se han superado las brechas en infraestructura, saneamiento y servicios básicos de las provincias. Estos miles de soles de qué sirvieron, ahí vemos el retraso de la renovación de los emisores, la avenida Chiclayo con un mal diseño. El drenaje pluvial también tiene problemas.

¿Cree que el distrito de JLO tiene una solución? Es donde se ven todas las brechas, por ello se necesita de una intervención integral. Que haya  voluntad política, muchas veces los alcaldes, apoyados por los congresistas, gestionan obras sabiendo que esos expedientes están mal elaborados.