Hay 14 docentes denunciados por violación y tocamientos

Lamentablemente ni en las propias aulas los menores de edad tanto hombres como mujeres están seguros de no ser víctimas de violación sexual, tocamientos indebidos o actos contra el pudor.

Cifras oficiales obtenidas por la Defensoría del Pueblo dan cuenta que, de enero a diciembre del 2018, al menos 14 docentes fueron denunciados en diversas comisarías y ante el Ministerio Público por haber realizado vejámenes contra algunos de sus alumnos, delito que habrían cometido valiéndose de la confianza que agresor y víctima tenían.

DENUNCIAS

De ellos, algunos han sido sentenciados mientras que a otros el Poder Judicial ordenó prisión preventiva.

El funcionario sostuvo que ante casos de esa naturaleza es el director quien debe denunciar de manera rápida ante la vía policial y penal.

Posteriormente, los mismos directores deben de comunicar a las respectivas Ugeles sobre el maestro denunciado para ser puesto a disposición de manera que no continúe enseñando en las aulas mientras se toman las medidas en su contra.

Al docente denunciado se le debe iniciar un procedimiento administrativo disciplinario por el delito en mención que podría llevarlo a ser destituido del colegio en el cual laboran. Paralelamente debe intervenir el Ministerio Público, señala el funcionario.

“Este tipo de casos que son graves tienen que seguir un procedimiento rápido, urgente, de acuerdo a los lineamientos para la gestión de convivencia escolar y la prevención de la violencia contra ellos. El Decreto Supremo 004-2018 establece que una vez que se reporta un caso de violencia sexual en el interior de una escuela por parte de un docente, el director está en la obligación de denunciar el hecho ante la Fiscalía Penal o la comisaría respectiva”, explicó.

En la región Lambayeque existen 3,530 centros educativos, de lo cuales el año pasado fueron matriculados 333,736 alumnos. De ellos 226,270 estudiaron en escuelas públicas y 107,466 en instituciones educativas privadas.

CASOS

Se le acusó que haber obligado al pequeño a realizarle sexo oral. Hecho que habría ocurrido en septiembre del 2018 en el aula de la Institución Educativa N° 10056 Héctor René Lanegra Romero de la provincia de Ferreñafe.

También se presentaron otros dos casos en las Instituciones Educativas 11076 Palo Blanco y 11597 de Nuevo Progreso, ambos del distrito de Kañaris.

Por otro lado, en noviembre del 2018, el maestro José Teodoro Piscoya Ynoñán fue condenado a 30 años de pena privativa de la libertad por abusar sexualmente de una menor de 11 años de edad.

En su momento, la fiscal Patricia Edith Bazán Rojas, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Motupe, dijo durante la audiencia que en el 2016 el imputado aprovechó la amistad que tenía con los padres de la víctima para sacarla de su domicilio, ubicado en el caserío El Limonar, en el distrito de Jayanca, y trasladarla hasta un terreno de cultivo donde abuso de ella. Los ultrajes se cometieron hasta en dos oportunidades bajo amenazas de muerte.

En la audiencia se le ordenó su ubicación y captura, además de su inhabilitación definitiva para desempeñarse como profesor en cualquier institución educativa pública o privada, así como la prohibición de comunicarse o aproximarse a la víctima y sus familiares por el período de 10 años.

En diciembre de ese mismo año el profesor de danzas Henry Deyvis Ayasta Collantes fue sentenciado a 10 años de cárcel por haber realizado tocamientos indebidos a una de sus alumnas de 10 años de edad.

Se demostró que usó su condición de docente para tocar indebidamente a la escolar, en el interior de un inmueble del distrito de Picsi, donde este dictaba clases.

El delito fue probado por el representante del Ministerio Público con las declaraciones de la víctima y de su madre, así como con la pericia psicológica practicada a la menor, entre otros elementos probatorios.

La misma condena recibió el docente Eder Edgardo Padilla Leyva como responsable de haber realizado tocamientos indebidos a su alumna, la menor de iníciales Y.A.E.R. (10).

Ante este fallo, el Poder Judicial ordenó su ubicación y captura a nivel nacional y sea sometido a tratamiento terapéutico.

En audiencia pública el fiscal Paolo Bazán Mezarina expuso que cuando la menor se encontraba en la sala de computo de la I.E. Pamer, ubicada en la carretera a Pimentel, el acusado la retiró de su aula para llevarla a otro salón donde cometió el delito.

La niña contó lo sucedido a su amiga quien la trasladó hasta su casa, donde minutos después la recogió su progenitora y formuló la denuncia.

De igual forma, Pedro Roque Pupuche fue condenado a 10 años de prisión al comprobársele que tocó de forma indebida a su alumna de iniciales B.Y.T.C.V. de 11 años de edad.

Los hechos ocurrieron cuando la agraviada acudió a la institución educativa “Ramón Castilla” del distrito de Olmos, a rendir un examen oral, lo que fue aprovechado por el acusado para tocarla y besarla en la boca, sin imaginar que la menor le contaría todo lo sucedido a su madre y sería denunciado.