Tres vigilantes aún se encuentran gravemente heridos y luchando por sobrevivir, tras el fuego cruzado del enfrentamiento en la empresa Agropucalá, en la región Lambayeque.
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Tal y como se informó en las ediciones anteriores, estos actos se registraron la madrugada del último martes, cuando dos grupos que pugnan el poder y control de la azucarera tomaron por asalto sus instalaciones. Allí terminó muerto con un balazo en el hombro, Fernando Cruz Barboza Coronel, de 38 años de edad.
Graves
El apoderado legal de Agropucalá, Julio Flores, hizo un llamado al cese de violencia e indicó que los lesionados durante la toma del Servicentro son Diego Solano Delgado (23), quien recibió un impacto de bala en el tórax, cuyo estado de salud es reservado y permanece hospitalizado. Asimismo, Joel Vilca Copia (42), quien fue brutalmente golpeado en la cabeza y extremidades al momento que se encontraba al interior del ingenio azucarero.
Otro de los agraviados es Segundo Campos Sánchez (49), quien fue agredido hasta quedar inconsciente en las inmediaciones del Servicentro de Patapo. Él presenta profundos cortes en el rostro y fracturas múltiples.
Los tres permanecen bajo atención médica en hospitales de EsSalud y clínica de Chiclayo.
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Protesta
Mientras tanto, un grupo de personas entre familiares y amigos del fallecido, con el ataúd vacío y cargado en hombros, protestaron en las instalaciones de la II Macro Región Policial Lambayeque y los Juzgados, ubicados en pleno centro de Chiclayo.
Exigían que la muerte de Barboza Coronel, conocido con el alias de “Cañita”, no quede impune y se encuentre al o los responsables que acabaron con su vida.
“Exigimos al general el cambio de la Policía de la comisaría de Pucalá que no actuó. Nosotros no somos criminales, somos trabajadores despedidos que exigimos el pago de más de 50 quincenas. La jueza Liz Fabian Palomino no hace nada y también se le responsabiliza de esta muerte. Nosotros solo queremos dialogar con ella, pero no quiere. La jueza propicia todo esto y hagamos lo que tenemos que hacer vamos a su casa a protestar, compañeros”, sostuvo José Luis Ruiz Quintana.
Según los reportes de antecedentes penales, el occiso presenta denuncias por hurto, usurpación agravada, disturbios u otros.
La esposa del finado, Claudia Acuña, en su momento aseguró que su esposo fue asesinado dentro de las instalaciones; sin embargo, lo hallaron entre unos cañaverales de la trocha carrozable que dirige al centro poblado Santa Rosa del distrito de Pucalá.
Al momento del levantamiento del cadáver, la Policía le encontró municiones en los bolsillos. Sus seres queridos señalaron que fue sembrado. Se espera los resultados de las investigaciones para determinar si “Cañita” hizo uso de armas de fuego o no.