Los obreros de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCH) anuncian nuevas jornadas de protesta y la paralización de sus labores.
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Pese a que es el último año de la actual gestión municipal, el alcalde Marcos Gasco Arrobas no habría logrado mejorar su relación con este gremio.
No es la primera vez que advierten con salir a las calles para exigir lo que consideran justo.
El punto de quiebre fue el poco resultado de las últimas negociaciones, para lograr un incremento salarial mediante el desembolso de un bono.
Pedido
El secretario general del Sindicato de Obreros de la Municipalidad de Chiclayo (SOMUNCH), Manuel Farroñán Chapoñán admitió que hay un fuerte descontento entre sus colegas.
“No hay aumento desde el año 2020, dijeron que no era posible debido a la crisis, pero eso no aplicó para el alcalde y sus funcionarios, ellos sí han mejorado sus sueldos”.
Enfatizó que gracias al trabajo de los obreros, los chiclayanos pagan sus impuestos, porque la recolección de los residuos se cumple en las principales calles y sectores.
Farroñán explicó que tras los requerimientos dirigidos a la gerencia general y al despacho de alcaldía, solo se consiguió el pago de un bono por la suma de S/ 60. El requerimiento inicial era por S/ 400, pero ante la negativa de las autoridades, los obreros rebajaron su propuesta hasta S/ 150 o S/ 200.
El pasado 31 de mayo, la Asamblea General Extraordinaria del SOMUNCH acordó que se tomen otras medidas más radicales ante la negativa de la representación municipal -que participa en la Comisión Negociadora para el Trato Directo del Pliego de Reclamos de Obreros para el año 2023- de atender de manera prudente la propuesta económica que tiene naturaleza alimentaria en procura del bienestar personal y familiar de este grupo de empleados.
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Farroñán señaló que el plazo para conocer la respuesta de la Gerencia General es hasta este domingo. De no haber una buena señal, los paros se realizarán de forma escalonado (solo lunes y viernes).
Mientras que una huelga podría llegar a partir del 20 de junio.
“Pedimos disculpas a la ciudad, pero durante la paralización solo se recogerá la basura de los colegios, mercados y centros de salud”, aseguró.
La situación es muy desalentadora, ya que la ausencia de los obreros podría generar la acumulación diaria de 380 a 400 toneladas de residuos sólidos, que estarían esparcidos en diferentes puntos de Chiclayo.
Las nuevas compactadoras han mejorado la limpieza, pero aún se acumulan bolsas en la vía pública, debido a las descoordinaciones de horario y la falta de comunicación con los vecinos.
Cabe recordar que los obreros no pararon durante los momentos más difíciles de la pandemia por Covid-19. Continuaron con sus actividades, a pesar de la demora del municipio para la entrega de implementos de bioseguridad, como lo son mascarillas y guantes. Muchos tuvieron que comprar estos materiales con su propio dinero. Hoy en día ejecutan sus tareas sin uniformes adecuados y sin la debida protección para manipular elementos contaminantes.
“Pedimos remuneraciones justas porque la canasta básica familiar se incrementa por el alza de precios. Los obreros siempre hemos cumplido. En la pandemia la mayoría se contagió y 43 compañeros fallecieron”, sostuvo Farroñán
La MPCH cuenta con 1,200 oberos, pero 200 de ellos continúan de licencia. El gremio dijo que esta medida se mantiene, pues dicho personal forma parte del grupo de riesgo ante contagios.